•    Un padre de familia que fue ejecutado tras una riña por brindar auxilio vial

Momentos antes de la misa, un fuerte operativo policiaco se llevaba a cabo en la comunidad de El Tepeyac, para buscar a los asesinos

La iglesia en honor a San Antonio de Padua, en la cabecera municipal de Cuautepec, fue insuficiente para albergar a cientos de personas que acudieron la tarde de ayer, a despedir a “Manolo”, quien fuera asesinado la noche del jueves frente a su propio negocio.

Manolo fue víctima de la violencia que vive el municipio cuautepequense, nunca imaginó que, al llegar a su negocio, encontraría a su hermano gemelo y a sus trabajadores enfrascándose a golpes contra unos sujetos en estado de ebriedad, quienes se molestaron por la presencia de un auto averiado que interrumpía el flujo vehicular.
Los presuntos asesinos, quienes aún no han sido ubicados, accionaron sus armas en contra de varias personas, lesionando a dos y matando a Manolo, y a quien fuera director de Seguridad Pública en este municipio, el comandante Pascual Jiménez Cañedo.
Ferreteros de muchísimos años, Manolo, junto con su familia son reconocidos en el municipio; situación que se manifestó en la afluencia de gente que acudió ayer a despedirlo, tras la invitación que su hermano gemelo hiciera en su perfil de Facebook.
Los Piroles, así conocía la gente a los gemelos, basquebolistas que tuvieron su auge cuando estudiaron en la Prepa 2, en Tulancingo. Aguerridos y apasionados, así los califican quienes jugaron con ellos o los enfrentaron alguna vez en la duela.
En la homilía, el padre Sergio tocó las sensibles fibras de los asistentes; equiparó la realidad de ahora con el momento bíblico de la resucitación de Lázaro, cuando Marta, su hermana, recriminó a Jesús el que no estuviera presente para evitar la muerte de su hermano.
“Estoy seguro que en estos momentos nos sentimos igual que Marta, enojados con el señor y reclamándole que no haya estado presente en ese momento en el que murió nuestro ser amado; pero no debemos dejar de creer en Jesús, nuestro hermano Manolo resucitará en la gloria del señor, y nosotros debemos orar para que nuestro Cuautepec vuelva a estar en paz”, dijo el sacerdote.
El padre Sergio exhortó a la ciudadanía a vivir unida, a luchar por conseguir nuevamente la paz; “porque pareciera que se nos ha arrebatado, que nos han quitado nuestra libertad, tal parece que se ha extinguido la justicia y abunda la impunidad”.