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Despachadores, la otra cara del desabasto de combustible

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Tras seis días desde que dio comienzo el desabasto de gasolina en la mayor parte de las estaciones de servicio del estado, algunas de ellas, al no tener combustible disponible, han cerrado de manera provisional, en espera de que se restablezca el servicio en la mayor brevedad; otros, aun con reservas, siguen despachando, aunque también es latente un posible agotamiento del hidrocarburo.

Mientras tanto, los despachadores de las gasolineras no dejan de trabajar, a pesar de no tener gasolina que vender, esto en parte para avisar a los automovilistas la no disponibilidad de este energético, y en otros puntos se dedican a vigilar para que no haya algún tipo de percance en las bombas.

El principal golpe: las propinas

En el Centro Histórico de Pachuca, la gasolinera que ofrece servicio principalmente a las unidades de transporte público convencional, es una de las principales afectadas por el desabasto de combustible en el estado; los despachadores solo se encuentran para avisar a los automovilistas que “ni Magna, ni Premium”.

“Llevo más de 24 años trabajando en Garage Central”, comenta Juan Torres, uno de los despachadores, “y hasta ahora no ha sucedido alguna situación como la de hoy, de hecho, han existido situaciones en las que sí ha habido pérdidas, pero siempre tratan de resolver al día siguiente”.

Refiere el encargado de una de las islas de servicio que desde hace dos días que el combustible se agotó dentro de esta misma estación, situación que se tradujo en la falta de trabajo como se le conoce, no solo en la venta de gasolina, sino también en la aplicación de servicios adicionales, como la verificación de la presión en los neumáticos, el nivel de aceite y agua, o la venta de aditivos.

“A nosotros sí nos afecta el hecho de que no haya combustible, en primer lugar en las propinas, de por si el sueldo es poco, pero con las propinas logramos sacar buena ganancia, eso por checar el aire, el agua, el aceite, lavar parabrisas, eso todo nos aliviana”.

Comenta que el salario que percibe es de 700 pesos a la semana, el cual combinado con las propinas, aproximadamente entre 150 y 200, se llega a mil pesos semanales, pero ahora sin la presencia de este apoyo, la situación se vuelve complicada para los despachadores, a pesar que su salario se sigue cubriendo íntegramente.