RELATOS DE VIDA

Era el primer día de gimnasio de Fernanda, se había prometido que cambiaría sus hábitos para así cambiar su vida, y también tener no solo alimentación saludable, sino mejorar su cuerpo, que durante años había olvidado.
Se encontró con Raúl en el lugar, iniciaron el día con el aparato elíptico, la meta era alcanzar media hora de lo que denominan cardio; como el amigo ya llevaba una semana activándose, le preguntó a su compañero de ejercicio.
-Oye y dónde está el entrenador, el que ustedes dicen que es bien mamón.
-Debe estar en la planta baja, pero ya no tarda en subir.
Al cabo de 14 minutos Raúl hace una seña seguido de las palabras, -el que viene ahí de pantalón gris y sudadera es el instructor.
Fernanda sigue con la mirada al joven, que pasaba justamente frente a ellos para regresar a las escaleras y bajar nuevamente. Voltea a ver a su amigo y le comenta -pues no está tan bueno, le faltan nachas.
Una vez concluida la meta, los amigos se dirigen a la planta baja dispuestos a continuar con la rutina, Raúl ya tenía su plan de ejercicio y le sugiere a Fernanda hacer el mismo; sin embargo decide acudir al instructor para preguntar.
El joven llama a Fernanda y le pregunta, -qué es lo que quieres hacer. – ella le responde -no sé, lo que sea, tal vez abdomen.- el instructor revisa de pies a cabeza a la mujer y le contesta -no, mejor te dijo tu rutina para glúteo.
En tanto Raúl se burlaba en silencio, y una vez que el instructor enseña el plan de ejercicio y se retira, el amigo se dirige a Fernanda y le dice -creo que la que está sin manchas eres tú, eso te pasa por burlarte del entrenador, a eso se le llama karma.