Home Nuestra Palabra Roberto Diez Deserción: asunto medular en la agenda educativa del nivel medio superior (XX)

Deserción: asunto medular en la agenda educativa del nivel medio superior (XX)

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DINÁMICA EDUCATIVA

Conforme con los resultados obtenidos en el plano individual, la atención al estudiante en riesgo de desertar debe considerar la necesidad de los jóvenes a tener información clara y oportuna respecto a las implicaciones del embarazo, de la unión o del matrimonio, así como de la pertinencia de la educación y la mayor probabilidad de alcanzar un mejor salario y un mejor desempeño profesional y laboral si se concluye la Educación Media Superior.

(Tomado del: Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior, 2012)

 

“Adicionalmente, la ENDEMS indica que un factor importante en la deserción es la baja autoestima que los alumnos tienen, en particular las mujeres:

El modelo predictivo indica que si una mujer estudiante de la Educación Media Superior reporta baja autoestima su probabilidad de desertar incrementa en 17 puntos porcentuales. Para los hombres, esta variable no resultó significativa.

En resumen, entre las principales características que distinguen a quienes desertaron de la Educación Media Superior se encuentran el menor nivel socioeconómico y la percepción de que trabajar es más importante que estudiar, a pesar de la consciencia respecto a la utilidad de los estudios. También existe una mayor proporción de embarazos y matrimonios entre los desertores, principalmente en mujeres, así como un menor gusto por el estudio y un menor desempeño académico expresado en problemas para comprender a los maestros, mayor reprobación y logro de menor promedio. De igual modo, el nivel de escolaridad de los padres, el apego e involucramiento con sus hijos, así como la presencia de un ambiente de confianza en la propia familia, pero también en la escuela (entre los directores y docentes y el alumno) están asociados a la capacidad de retención escolar.

En términos predictivos el factor socioeconómico no resulta tan significativo como otras características, a saber, los embarazos, el matrimonio y la percepción sobre la pertinencia de la educación. La asistencia a clases, la reprobación y el promedio, observables dentro de las propias escuelas, resultaron los principales factores a nivel nacional que permiten identificar a los estudiantes en riesgo de deserción. Ahora bien, en comparación con la población en general y con los jóvenes de mayores ingresos, quienes registran menores recursos y tienen una beca disminuyen significativamente su probabilidad de desertar.

Es importante destacar que el 70 % de los desertores encuestados piensa que abandonar la escuela fue una mala o muy mala decisión. Muchos de ellos, principalmente los más jóvenes, están dispuestos a concluir sus estudios y consideran la preparatoria abierta como una primera opción para lograrlo.

Es deseable que la información presentada hasta aquí y aquella otra que surja de posteriores análisis a la base de datos de esta Encuesta, puedan servir para fortalecer la atención a la problemática de la deserción de modo coordinado y eficaz.

Conforme con los resultados obtenidos en el plano individual, la atención al estudiante en riesgo de desertar debe considerar la necesidad de los jóvenes a tener información clara y oportuna respecto a las implicaciones del embarazo, de la unión o del matrimonio, así como de la pertinencia de la educación y la mayor probabilidad de alcanzar un mejor salario y un mejor desempeño profesional y laboral si se concluye la Educación Media Superior. De igual modo, es importante reforzar el apoyo académico para los jóvenes que han tenido un pobre desempeño en la Educación Básica o que muestran dificultades para entender a los profesores.

En contraparte, abordando el ámbito escolar, los métodos de enseñanza deben ser revisados continuamente en pos de mejorar la práctica pedagógica, que también implica la actualización constante del cuerpo docente. En este mismo plano, se resalta la pertinencia de favorecer un ambiente de confianza entre directivos y docentes, por un lado, y el alumnado por el otro, así como la puesta en marcha de estrategias que busquen disminuir la reprobación y aumentar la asistencia a clases y el aprovechamiento académico de los jóvenes.

Estos esfuerzos deben ir dirigidos a prestigiar la Educación Media Superior como un nivel pertinente que responde a los intereses y expectativas de los jóvenes y de la sociedad en general.

Respecto a la dimensión socioeconómica, las becas, si bien no son una solución en sí mismas, pueden servir de aliciente y apoyo para los estudiantes con menores recursos. Junto con esta medida se deben promover oportunidades educativas flexibles que atiendan a las necesidades del contexto en el que viven los jóvenes y que favorezcan su reinserción. Asimismo, se debe considerar favorecer, desde la escuela, la participación de los padres de familia en el proceso educativo de su hijo.”

“[…] Como hemos visto, dado el impacto que tiene la deserción en todos los niveles del sistema educativo mexicano, abatir este fenómeno no puede sino ser considerado un objetivo angular, que reúna esfuerzos sistemáticos de diagnóstico, análisis, investigación, interpretación y diseño y ejecución de políticas públicas.

Como parte de este proceso la ENDEMS ofrece, por primera vez en nuestro país, una base de datos, de representatividad nacional, que da luces certeras sobre los principales factores que inciden en el abandono escolar. No obstante, una atención adecuada a esta problemática implica traducir el diagnóstico y el análisis, en acciones eficaces que de un modo integral disminuyan la deserción escolar hasta abatirla.

Aquí se habla de integralidad, debido a que la deserción, al tener una diversidad de causas y factores detonantes, no puede ser abordada desde un único flanco. Un enfoque que, por ejemplo, centre su comprensión del fenómeno únicamente en el ámbito individual, pasará por alto el funcionamiento escolar o el contexto socio-cultural que favorece la deserción.

En el marco de los esfuerzos y acciones de la Subsecretaría de Educación Media Superior (SEMS), la consecución de la permanencia escolar está vinculada con: a) La atención al estudiante en riesgo de desertar; b) El fortalecimiento del ámbito escolar y de la calidad educativa y c) el apoyo económico y la promoción de oportunidades educativas flexibles.

  1. A) Atención al estudiante.

Según el modelo predictivo probit, presentado anteriormente, los tres factores que mejor predicen la deserción de los jóvenes son: la asistencia a clases, el promedio y la reprobación. Así, los jóvenes que faltan “mucho a clase” tienen 42 puntos porcentuales más de probabilidad de desertar; de modo similar, el aumento para los que faltan “con cierta frecuencia” es de 11 puntos porcentuales. En cuanto al promedio escolar, quienes tienen “de las más bajas” calificaciones tienen una probabilidad de deserción mayor en 45 puntos, mientras que quienes tienen las calificaciones más altas tienen una probabilidad menor en 18 puntos.

Finalmente, los que reprueban varias veces poseen mayor probabilidad de desertar en 16 puntos porcentuales y para quienes reprueban en más ocasiones de las permitidas este porcentaje asciende a 43 puntos porcentuales.

De este modo, si bien es cierto que la inasistencia o la reprobación no son causas en sí mismas sino síntomas de un problema anterior (y por ello junto con la atención al individuo también se debe actuar en el ámbito escolar), lo cierto es que estas variables resultan ser indicadores importantes que nos permiten distinguir cuando un alumno está en riesgo de abandonar la escuela.” (Continuará).

*Responsable de la Rectoría de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS).