Home Nuestra Palabra Roberto Diez Deserción: Asunto medular en la agenda educativa del nivel medio superior (XIX)

Deserción: Asunto medular en la agenda educativa del nivel medio superior (XIX)

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Dinámica Educativa

(Tomado del: Reporte de la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior, 2012)


                “Repercusiones y reinserción

Las consecuencias de abandonar los estudios fueron en general reportadas como negativas por los propios desertores:

Casi el 70% consideró que dejar de estudiar fue una mala o muy mala decisión: en particular el 41.3 % la consideró como muy mala.

A pesar de que más de la cuarta parte de los desertores llegó a considerar, mientras estudiaba, que el trabajo era más importante que el estudio, destaca la percepción que los desertores tienen sobre las consecuencias de desertar, en particular sobre el ámbito económico y laboral:

El 60.5 % de los desertores consideró que desertar afectó sus posibilidades de encontrar trabajo.

El 43.4 % piensa que haber dejado de estudiar ha afectado negativamente su situación económica, siendo mayor este porcentaje para los jóvenes que cuando estudiaban pertenecían a las familias con menores ingresos.

Adicionalmente, la encuesta revela también que más del 42% de los estudiantes que abandonaron los estudios consideran que la deserción afectó en cierto grado sus relaciones familiares y la confianza en ellos mismos.

Con respecto a la decisión de desertar, casi dos terceras partes de los jóvenes que abandonaron sus estudios mencionan que no hubo influencia de algún familiar, amigo u otra persona en esta decisión, aunque la mayoría reportó que quería continuar estudiando. De esta manera, si desertar fue para muchos una decisión propia, se puede suponer que fue tomada con base en la evaluación de las circunstancias desfavorables en las que en ese momento el estudiante se encontraba:

El 57.9 % de los desertores declaró que al momento de dejar sus estudios quería seguir estudiando. Este porcentaje aumenta hasta 64.4 % en el caso de las mujeres en comparación con el 51 % de los hombres. Del mismo modo, fueron más los desertores de menores ingresos que querían seguir estudiando al momento de desertar.

La percepción sobre las repercusiones que ha tenido la deserción en sus vidas probablemente explica que la mayoría de los desertores, que al momento de la entrevista tenían un máximo de 25 años de edad, mostraran interés en continuar con sus estudios inclusive más allá de la Educación Media Superior:

De los desertores, el 67.1 % menciona que le interesa continuar con sus estudios, en particular esto es cierto para el 71.5 % de las mujeres. La mayoría de los interesados en continuar con sus estudios quieren hacerlo más allá de la Educación Media Superior: 43.4 % respondió que le gustaría estudiar hasta licenciatura y 14.8 % hasta posgrado.

Con respecto a este tema los jóvenes reportaron que el factor económico es el principal elemento que ha influido para que no regresen a estudiar. Destacan razones como considerar que los estudios no mejorarán su situación económica, o bien, no tener ayuda económica y la necesidad que tienen de trabajar para mantener a la familia. No menos importante resultó la “indecisión”, mencionada por el 43.8 %. La preparatoria abierta fue la opción más mencionada por los jóvenes (21.2 %) para regresar a estudiar en caso de que tuvieran oportunidad de continuar con sus estudios.

Género

La ENDEMS proporciona elementos que contribuyen a explorar las diferencias que se presentan entre hombres y mujeres en los factores relacionados con la deserción.

Como se mencionó anteriormente la deserción escolar es más frecuente en hombres que en mujeres, aunque existe una tendencia de que las diferencias sean cada vez menores:

La relación de desertores hombres/mujeres muestra que en el ciclo escolar 2000-2001 por cada 10 mujeres que abandonaban los estudios, también lo hacían 14.4 hombres, pero para el ciclo escolar 2010-2011 esta relación disminuyó a 12.2 hombres por cada 10 mujeres.

Sin embargo y de acuerdo con el modelo predictivo, las mujeres tienen menos probabilidades de desertar en 5 puntos porcentuales.

La falta de dinero en el hogar tiene una influencia mayor para los hombres que para las mujeres en la decisión de abandonar los estudios, lo cual pudiera estar relacionado con factores socio-culturales:

Los hombres ubican la falta de dinero en el hogar como una de las principales razones para abandonar los estudios con 5.4 puntos porcentuales más de diferencia con respecto a las mujeres.

De esta manera, el modelo predictivo indica que si falta dinero en el hogar un hombre tiene 9 puntos porcentuales más de probabilidad de desertar que una mujer.

Muy relacionado a esto se encuentra la cuestión laboral en la que hay diferencias importantes entre hombres y mujeres. Un mayor porcentaje de hombres (29.1 %) trabajó mientras estudiaba, en comparación con el 18.3 % de las mujeres. Los hombres trabajan en promedio más horas por semana y ganan más dinero al mes.

El embarazo y la maternidad/paternidad es un factor importante en la deserción tanto para hombres como para mujeres:

La probabilidad estimada de deserción en el caso de embarazarse o tener un hijo para las mujeres, y embarazar a alguien o tener un hijo para los hombres es similar: es mayor en alrededor de 27 puntos porcentuales en ambos casos respecto a quienes no viven esta circunstancia.

Sin embargo, embarazarse o tener un hijo es mucho más frecuente entre las mujeres desertoras de Educación Media Superior ya que a casi la cuarta parte le ocurrió mientras estudiaba, en comparación con el 7.7 % de los hombres desertores que reportaron embarazar a alguien o tener un hijo en el mismo periodo.

Por otro lado, el casarse también es más frecuente entre las mujeres que cursan la Educación Media Superior y repercute desfavorablemente en la permanencia escolar:

Las mujeres manifestaron, con un diferencial de 5.5 puntos porcentuales superior a los hombres, que casarse es una de las razones por las cuales abandonaron sus estudios.

Al respecto, el modelo predictivo sugiere que cuando una mujer se casa, sus probabilidades de abandonar los estudios se incrementan en 30 puntos porcentuales con respecto a las que no se casan. En los hombres esta variable no resultó significativa, es decir, a diferencia de los embarazos o hijos, el casarse no es buen predictor de la deserción para el caso de los hombres.

Un dato interesante que arroja la encuesta es la proporción de los desertores que querían seguir estudiando al momento de desertar: mientras que la mitad de los hombres desertores indicó que quería seguir estudiando, la proporción fue de casi dos terceras partes para el caso de las mujeres. Una posibilidad es que una parte importante de las mujeres que desertaron y querían seguir estudiando tuvieron que abandonar sus estudios debido a embarazos, tener hijos o casarse.

En cuestiones académicas se muestra que las mujeres en general tienen mejores resultados que los hombres pues el 45.4% de las mujeres nunca reprobó una materia en comparación con el 35.5% de los hombres.

El porcentaje de mujeres que tenía un promedio alto o de los más altos en la Educación Media Superior, así como el porcentaje de mujeres que siempre asistía a clases, es mayor en alrededor de 9 puntos en comparación con el porcentaje de hombres.

Los hombres desertores manifestaron, en mayor porcentaje también que en algún momento tuvieron disgusto por el estudio: 31 % contra 22 % de las mujeres desertoras.” (Continuará).

*Responsable de la Rectoría de la Universidad Tecnológica Bilingüe de Mineral de la Reforma (UTMiR-BIS).