Deseos de fin de año en lo político

Deseos de fin de año en lo político

RETRATOS HABLADOS

Sí, por supuesto que sé que, para estos momentos la reflexión, si la hay, en el asunto político; la prisa en la quinielas, que vaya que las hay, giran en torno al asunto de los nombres de las y los posibles candidatos de Morena al Senado de la República, al Congreso federal y local, y por supuesto a la 84 presidencias municipales.

Esto no cambiará ni ahora ni nunca, porque de alguna manera se piensa que hacerla de profeta en estos menesteres, traerá como consecuencia quién sabe cuántas cosas; quién sabe cuántos reconocimientos al “iniciado”, al que sabe leer los signos del poder, aunque en realidad, lo sabemos, no existe mucha magia en estos menesteres.

Sin embargo, en estos tiempos hay un elemento que casi no se menciona: la apuración por adivinar la lista morenista, en tanto la que durante más de 90 años era el eje de toda la atención, es decir la del PRI, la del Revolucionario Institucional, la del Invencible, ha quedado en el olvido.

Y por supuesto esto habla de ni tan nuevos tiempos, pero fundamentalmente de un camino en los rituales del poder, que hoy se juega en una cancha, si se quiere entender así, nueva, aunque con viejas costumbres en la que todos se tunden que da gusto, se ponen el pie, se aplican para dejar en claro que, por ejemplo en el partido hoy oficial, los “muertos que vos matáis, gozan de cabal salud”.

Así que estamos ante una historia que simple y llanamente se repite, igual que en tiempos inmemoriales; igual que antes, mucho antes y mucho después.

Por eso es preciso cuando menos, hacer una lista de buenos deseos en el asunto político, y dejar en la mesa, la posibilidad de que se asuma el poder en otros términos, es justo y necesario, porque de otro modo nos resignaríamos al trabajo de dar vueltas en la noria.

De tal modo que si algo resulta fundamental, es que no se mantenga la idea de que el poder produce y reproduce seres casi no humanos. Vaya pues, que produce milagros. Porque no es cierto.

A quien usted haya conocido sin poder, será simplemente el mismo, pero con poder. Me explico: al que trató como una persona juiciosa, serena, siempre dispuesta al diálogo y a la inteligencia, seguramente lo será más; al que ya era marrullero y malandrín, lo será en un nivel superlativo, porque su naturaleza no cambia, ni cambiará, ni con un milagro.

Los simples humanos que vemos el escenario, somos culpables en muchos sentidos, de que lo señalado suceda, de que se crean, en todo el sentido de la palabra que, efectivamente, son poco menos que seres supremos y divinos.

Eso no es cierto, pero nos encanta jugar el juego de que todos podemos transfigurarnos en plena plaza pública.  A lo mejor porque deveras estamos necesitados de reencontrar el camino de la vida, de la bendita vida. Pero eso es más asunto de grupos de autoayuda, de psiquiatras, pero nunca de política.

En política no se valen las inocentadas, y si en cambio se practica mucho el arte de la “chamaqueada”, cuando a uno bien intencionado se lo comen los viejos lobos de mar.

Creo que ese es un deseo fundamental: que aprendamos el valor del voto, que existe única y de manera fundamental, cuando elegimos al hombre y mujer en quien depositaremos nuestras destino como sociedad. Si creemos que por arte de magia se convertirán en verdaderos Arcángeles o Serafines, cuando desde siempre han sido verdaderos diablos, estamos equivocados. Por el contrario, serán lo que siempre han sido pero en grado mayúsculo.

Si tenemos la dicha de entregar el dichoso poder a quien toda su vida ha sido mesurado, ajeno al enervamiento de las adulaciones, será, sin duda, una decisión sabia la que hayamos tomado.

Ese es el gran deseo: que comprendamos que el enfermo de poder sin tener poder, se convertirá en el peor exponente de esos asuntos. Que quien nunca ha padecido esos males, difícilmente se contagiará.

En tanto, le aviso que hoy empieza el mes de diciembre, y por lo mientras es muy posible que carguemos a los peregrinos, en estos tiempos cuando muchos de los seres humanos que amamos, han partido a una mejor realidad seguramente, hasta donde les mandamos un abrazo y un saludo siempre cariñoso.

Mil gracias, hasta el próximo lunes.

Mi Correo: jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

X: @JavierEPeralta

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