Y los viejitos de la Suprema Corte, bien, gracias
A veces no se entiende a esos señores de toga y birrete que deciden pasados, presentes y futuros desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Muy orondos declaran que la ley es la ley, y tope donde tope ellos la aplican. Si así fuera qué bueno, y de paso, por simple y elemental justicia, deberían bajarse los estratosféricos sueldos que reciben. Pero en el mismo tenor, y con total insensibilidad, decidieron que en nuestro estado los partidos políticos deben recibir más dinero del que se tenía previsto. No les importa si para ello el gobierno estatal debe cancelar programas sociales. No señor, los viejitos justicieros ya dictaminaron y les vale lo que pase. En serio, no hace falta ser doctor en derecho y todo lo que dicen que son, para que con un poco de sentido común, cancelaran su disposición de echar en hombros de los más pobres, el pago de institutos políticos que francamente no lo merecen.
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Damián Canales deja el Edomex
Quien fuera titular de la Secretaría de Seguridad Pública en Hidalgo, Damián Canales, decidió renunciar a cargo similar que desempeñaba, por cierto con mucho éxito, en el Estado de México, presumiblemente por discrepancias de plano irreconciliable con el gobernador Eruviel Ávila. Se menciona que regresará a la administración federal, específicamente a una responsabilidad importante en la Secretaría de Gobernación. Si usted lo recuerda durante su paso por la entidad mantuvo una dependencia con altos índices de desempeño, lo que le valió ser llamado a la capital del país. Seguro que escucharemos todavía mucho de Damián Canales.
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Semáforos mal sincronizados
Hay semáforos en la capital hidalguense que se tardan siglos para cambiar de verde a rojo, pero hay otros que apenas pasa un automóvil ya marcaron el alto. Sucede que en el bulevar Bonfil rumbo al Colosio, justo frente a la tienda Aurrera, se arma un lío de los mil demonios por esa situación. De tal modo que si usted viene por el Bonfil para entroncar con el Colosio y seguir hacia El Palmar o bien a la carretera que lleva a Actopan, descubrirá que mínimo tendrá que esperar hasta 20 minutos en un tramo que se puede recorrer en tres o cinco minutos. La razón es la que le anoto: los semáforos están mal sincronizados, y del lado donde hay más tráfico sólo deja en promedio pasar cinco automotores para ponerse en rojo. Alguien debe hacer algo al respecto.
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¿Trabajar? ¡Nunca!, dice Aparicio
Todo menos trabajar, es la consigna de no pocos líderes políticos en la entidad. Porque hombre que una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. Lo suyo, de ellos, es la política, y la política que implica no hacer nada pero aparentar que hacen mucho. Desde luego con cargo al erario público. Por eso el eterno dueño de la ahora franquicia en quiebra del PT, Arturo Aparicio, por poco y se le va a golpes a quien le dijo así: “¿y si buscar trabajo?”. “¡Nuncamente!”, contestó el susodicho, “¡primero muerto que trabajar!”. Y como el indiciado hay muchos, pero muchos sinvergüenzas de la misma calaña.
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