LE TIENEN MIEDO A RAÚL ARROYO.- De plano ya no fingen y buscan lo que sea con tal de restarle méritos al nuevo Procurador General de Justicia del Estado, Raúl Arroyo González.
Nos referimos al grupo político que comanda el siempre culto y caballeroso Gerardo Sosa Castelán, que ahora hasta de encuestas balines se vale para dejar muy en claro que al que fuera Secretario General de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, nadie lo conoce. Vaya pues que no es popular como un Fito Pontigo, y como según ellos es un requisito vital para impartir justicia, luego entonces y nomás que lleguen a mandar en el Congreso de la entidad, lo van a poner de patitas en la calle. Todo, menos que Raúl Arroyo siga al frente de la Procuraduría, porque en una de esas los pone presos. Le tienen, ¡mello! (frase cultísima del no menos personaje letrado Chiquidrácula).
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EL SANTO PERRO DE ATOCHA.- Ahora es presentado como un mártir de los trabajadores, que está dispuesto a sacrificar su limpia y pulcra trayectoria como dirigente con tal de que sus seguidores se beneficien. Un ser casi divino como San Francisco de Asís, que nada pide de este mundo, como no sea que los comerciantes ambulantes puedan vender sin que nadie les cobre derecho de piso como mentirosamente se decía que el Santo Perro de Atocha lo hacía. Y por eso se permite bloquear calles, amenazar con tundir a través de su divina palabra a los que no estén de acuerdo con él, porque lo hace por su bien. Óscar Pelcastre, nombre mortal para este ser celestial, vuelve a las andadas.
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A VER A VER MI ADOLFITO.- Una cosa es la autonomía de nuestra Universidad del Estado de Hidalgo, y digo nuestra porque es propiedad de la ciudadanía, y otra que no deba contar con un Órgano Interno de Control que pueda verificar el destino que se deba dar a los dineros que obtiene la institución por un buen número de empresas universitarias, uni-ver-si-ta-rias, que no privadas, entre otras, que fueron producto de recursos públicos. Si la Suprema Corte de Justicia de la Nación decide que dicho órgano no va, ni hablar, será su decisión, pero si va por lo contrario de ningún modo quiere decir que termina la autonomía universitaria. No señor, no confunda y no se quiera pasar de vivo.
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PRI, LO QUE VENDRÁ.- Al dirigente priísta en el Estado, Leoncio Pineda Godos, le tocó el momento más difícil en la historia de su partido para dirigirlo a nivel local. De plano el escenario era imposible para lograr evitar lo que finalmente sucedió. Sin embargo, supo generar un espíritu de lucha que se había perdido en el tricolor, que servirá y mucho en las tareas que en estos momentos de emprenden para la refundación del antes imbatible instituto político. Trabajo a ras de suelo, cercano con la militancia, discurso honesto, hoy mismo le permiten a Pineda Godos ser la carta que se mantiene para las tareas de levantar al Revolucionario Institucional en Hidalgo de la lona. Y sobre todo: no replegarse a lamerse las heridas, sino arrancar casi de inmediato la tarea de reconstrucción por creer en el sustento ideológico que dio vida al PRI.
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