LUIS ENRIQUE MORALES.- El dirigente de la sección XV del SNTE, ya no sabe qué hacer para negar que él fue quien aleccionó al diputado grillo que exigió la destitución de la titular de Educación Pública, Sayonara Vargas Rodríguez. Sin embargo nadie le cree, e incluso es constante la versión de que recibió órdenes muy directas de una sombra del pasado, que le exigió actuar como hombrecito y así responder a los favores recibidos. Luis Enrique es muy posible que dure poco, muy poco en el cargo sindical. Le quedó grande, en tanto el que vive en el desierto ríe a mandíbula batiente.
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DAMIÁN SOSA CASTELÁN.- Nos corrigen, y afirman que quien buscará la senaduría del estado de Hidalgo a través de Movimiento Ciudadano, será Damián y no Gerardo Sosa Castelán. Este último pretende hacerlo pero por el Revolucionario Institucional, aunque usted no lo crea. También aseguran que Agustín, de mismos apellidos, empieza a protagonizar roces con el rector Adolfo Pontigo Loyola, porque sucede que este último de los que no se dejan y mucho menos acepta “que el hermano del patrón” ahora se crea el dueño de la universidad.
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DELINCUENCIA SIN FRENO.- Pachuca empieza a convertirse en el lugar predilecto de la delincuencia no organizada (al menos por el momento), que se dedica al asalto de cuentahabientes, de comercios, hospitales y cuanto establecimiento se les cruza en el camino. Y por lógica es importante que la presidenta municipal, Yolanda Tellería, y el secretario de Seguridad Pública del estado, Maurio Delmar Saavedra, digan qué demonios está pasando. La responsabilidad es de los dos sin duda alguna, y en ese sentido nada mal estaría que aparecieran juntos para dar a conocer las estrategias que aplicarán DE MANERA CONJUNTA para detener esta ola de delincuencia. Ahora que si no se han reunido para buscar solución al asunto, de plano que sería algo terrible y sumamente criticable. O trabajan juntos, o no hay solución.
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LOS EMPERADORES CHARREZ.- Una calamidad ha resultado para Ixmiquilpan la familia imperial de los Charrez. Ya sabía usted que Cipriano Primero, hoy inteligentísimo diputado, gustaba de auto cantarse loas a sus proezas, y que en este ejercicio del yoyerismo era difícil que alguien lo superara. Pues sucede que no es así, porque su carnal Pascual resultó todavía más ególatra. Pero momento, que Vicente, de mismo apellido, dijo “hic, yo soy mano”, dicho lo cual es noticia en estas últimas hora por conducir hasta las manitas un automóvil que fue a estampar en un deshuesadora de autos. Por supuesto nadie le dijo nada al hermano de Pascual Primero, emperador del Mezquital y sus alrededores. Uno ya no sabe ni qué pensar ante estos bellos especímenes de la política rupestre.
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