VIERAN QUE NI CUENTA ME HABÍA DADO
El doctor Humberto Veras Godoy, nadie lo duda, es un excelente profesionista y nadie discute que es un administrador de probada eficiencia. El problema sin embargo es que ser rector no se le ha hecho, por la simple y sencilla razón de que ya para nadie es desconocido que el poder real en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, se ejerce desde la oficina del Patronato Universitario, hoy no solo propietario de facto de los destinos de la institución, sino por ley, luego de la reforma a la Ley Orgánica de la UAEH. Y, esto también todos lo saben, el Patronato tiene un objetivo político claro e inobjetable en sus acciones. Es manejado por un político, y absurdo sería pensar que procedería de otra forma. Por ello el decir del doctor Veras Godoy, en el sentido de que en la universidad no se permitirá el uso y abuso de estudiantes y personal para apoyar proyectos electorales, es poco menos que inocente. Solo le faltó decir: “vieran que ni cuenta me había dado”. Lo de hoy es que cada acción se vista de naranja, y que la anunciada campaña “Conciencia Garza”, tenga, como siempre, dobles objetivos. Será preciso seguir muy de cerca esta campaña que, casualmente, coincide con los tiempos electorales.
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PAN, A LA ORDEN DEL
VERDADERO AMO
Sin pensarlo siquiera, la dirigencia local del Partido Acción Nacional se hizo comparsa de la campaña desatada desde la sede del Patronato Universitario en contra del gobernador Olvera. Exigieron la inmediata renuncia del mandatario estatal por el supuesto uso de un helicóptero para fines ajenos a los oficiales. El asunto había iniciado en un diario de la ciudad de México que otro, propiedad del Grupo Universidad, lo retomó y le dio seguimiento con entrevistas dirigidas a cuanto dirigente político se dejó. La venganza es dulce, clama el hombre de pelaje azul, y continuará por el mismo rumbo. Él en lo suyo, el dirigente panista, una verdadera lástima convertido en pepenador de lo que dejan a una presidencia gris y poco confiable para los panistas.
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¿Y CÓMO VA ESO DE QUE EL ESTADIO
HIDALGO SERÁ “HURACÁN DE FASSI”?
Siguen a marchas forzadas los trabajos de planeación del Grupo Pachuca, que dirige Jesús Martínez en lo económico, y en lo intelectual el siempre sencillo profesor (¿de qué?) Fassi. Porque sucede que en casa ajena, que tienen prestada, lo que es el Estadio Hidalgo, de pronto les entró la idea de que lo quieren ampliar y darle forma de huracán al techo. Por supuesto sin pedir nada a cambio, sin tener la idea de quedarse de plano legalmente con el mismo. Porque ya lo saben que si algo distingue a los propietarios del Club Pachuca, es su bonhomía, su desprendimiento, su nulo interés a los dineros. Vaya pues, imagínelo usted, que le prestan por módica renta una casa de lujo. Incluso le dan chance de no pagar el agua. Vaya pues, todo. Un día cualquiera usted decide construir un segundo piso en una casa que no es suya. Y además presume que solo es el amor que le tienen a la ciudad lo que los mueve. Que, en este caso, el estadio es de todos los hidalguenses. Que lo dejarán tal cual sin pedir un peso si un día se los quitan. ¿Usted lo podría creer? Yo no. Para qué hacerle al cuento: el estadio Hidalgo ya no es nuestro, aunque pagamos su construcción con nuestros impuestos. Ya es, y será: “Estadio Huracán-Fassi”. ¡Sí señor!
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