ALBERTO MELÉNDEZ, EL RETO DE SU VIDA
El dirigente del PRI, Alberto Meléndez Apodaca, apenas si tuvo tiempo de arrullar al Niño Dios cuando ya estaba en la sede de su partido en papel de árbitro para solucionar los conflictos previos al Día de la Anunciación. Ha hecho, hasta el momento, un papel eficiente, pero sobre todo con un buen trato hacia cada una de las partes, lo que le agradecen cuando la posibilidad de perder todo toca a la puerta de más de uno de los suspirantes. Así que la primera selección, la de Meléndez Apodaca, ha sido todo un éxito.
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EL PES VA POR LA ALCALDÍA DE HUEJUTLA
No, no será priísta el próximo alcalde de Huejutla, corazón de la Huasteca Hidalguense. Más de uno jura y perjura que el Partido Encuentro Social ya la tiene ganada. Y aunque pareciera que es lo mismo que el PRI, resulta que no. Tanto es así que los mandamás de siempre ya pusieron el grito al cielo con el argumento de que se las había prometido. Si algo debieran saber es que el municipio es de los pocos que sabe jugar a la conveniencia, y se van con quien más les pueda ofrecer.
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ANTES DEL 13 DE ENERO,
LLUVIA DE INDEPENDIENTES
PARA LAS ALCALDÍAS
Serán registros por racimos, y casi todo con un padrino único: el Grupo Universidad. Ya que experimentaron con el profesor Mota, ahora se lanzan a una de sus aventuras más arriesgadas pero que está claro les rendirá buenos dividendos, al intentar copar al próximo gobernador con municipios ganados y de este modo negociar de tú a tú. No se diga de las diputaciones locales. Se trata de una estrategia largamente pensada y diseñada, que pudiera cristalizar si los partidos tradicionales no se ponen las pilas. Va en serio la toma del poder.
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Y POR ÚLTIMO, QUE LOS ASTROS
ILUMINEN SU CAMINO.. Y NO SE EQUIVOQUE
Será este mi deseo: que usted se pronuncie a favor de este o aquel candidato… y que no se equivoque. Que sea considerado el primero entre los primeros que se dio cuenta por dónde saltaría la liebre.. o conejo. Que lugar a donde acuda lo señalen y en voz alta comenten: “¡ah, Dioses, él fue el primero que dijo que ella o él sería candidato, cuando nadie lo había comentado!”. Que ya candidato o candidata investido, lo saluden en público y le digan: “¡tú creíste en mí cuando nadie lo hacía, tú amigo sincero!”. Ese es mi deseo sincero para este año que acaba de empezar.
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