El hallazgo se da gracias a los trabajos de renovación de drenaje profundo
Gracias a los trabajos de renovación de drenaje profundo, se descubrieron por primera vez en las inmediaciones del centro Histórico de Xochimilco, en la Ciudad de México, cuatro entierros prehispánicos; el más reciente fue la osamenta de una mujer de unos 700 años de antigüedad.
Especialistas de la Dirección de Salvamento Arqueológico, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), señalaron que la osamenta fue encontrada en posición bocabajo y con los brazos entrecruzados a 90 grados, y orientada al noroeste a 1:30 metros de profundidad y estaba acompañada de una ofrenda funeraria compuesta por diversos objetos, como una punta de proyectil, numerosas navajillas de obsidiana verde y gris, restos de animales, principalmente de aves, y de cerámica Azteca II y III.
Los entierros de “Dalia” (nombre asignado por los vecinos de la localidad por ser una de las flores representativas de la región conocida como acocoxochitl) y de “Teodoro” (uno de los otros tres individuos localizados mediante excavación a finales de abril en la calle de Nezahualcóyotl) muestran un mismo patrón.
La primera de las cuatro inhumaciones halladas fue de un individuo masculino (de entre 15 y 17 años de edad), localizado a 1.20 metros de profundidad en posición ventral extendida orientado al oeste, el entierro dos corresponde a un infante de sexo femenino, de aproximadamente cuatro años, dispuesto en posición ventral extendida orientado al este. Se encontró a 1.35 metros bajo tierra. Presenta caries y daños severos en sus dientes de leche, probablemente por la dieta que ingerían, dijo la arqueóloga Rosa María Alcántara Toledo.
El entierro 3, “Teodoro”, es de un adulto masculino que alcanzó la cuarta década de vida; estaba en posición decúbito hiperflexionado sobre su costado izquierdo viendo hacia el noroeste, a 1.80 metros de profundidad y estaba acompañado de restos óseos de ave, cerámica Azteca, Chalco y Xochimilca con decoración, navajillas y un núcleo de obsidiana verde agotado, así como un fragmento de figurilla antropomorfa estucado.
Los dos individuos adultos están incompletos: del adulto masculino no se encontró el cráneo y del juvenil solamente se localizó la parte superior de la osamenta, al igual que la mujer; de la menor se tiene prácticamente completo su esqueleto.