Home Nuestra Palabra Derecha destinada por la crisis a gobernar en los países desarrollados

Derecha destinada por la crisis a gobernar en los países desarrollados

0

Los refugiados económicos y políticos están trastornando la vida en las sociedades de los países desarrollados. Recientemente hemos visto conmocionada a Europa por los resultados del Brexit (referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea), determinados por la ola de refugiados que ha llegado a Europa y a Inglaterra en los últimos meses, producto de la guerra en Afganistán, Iraq y Siria. Estos dos países, enfrentados a la guerra contra el Estado Islámico (ISIS), que pretende instaurar un Califato que borre las fronteras en Oriente Medio

En medio de la crisis económica por la que atraviesan la economía mundial, la cual ha golpeado profundamente las estructuras de los países desarrollados, mostrando su vulnerabilidad y los problemas de endeudamiento de sus economías, acostumbradas a vivir del ahorro externo por encima de sus posibilidades reales, la crisis de refugiados desatada por las guerras en Medio Oriente y  la inestabilidad del norte de África, ha polarizado las sociedades y alimentado la fobia contra los inmigrantes.

Estas guerras de Medio Oriente, que tienen sus orígenes en el interés de los países occidentales desarrollados por imponer un modelo de desarrollo económico y político en países como Afganistán, Iraq y Siria, en particular, ha conducido a la destrucción de la infraestructura en esos países y a la desaparición de pueblos y ciudades enteras, obligando a su población a buscar refugio en Europa, en los países escandinavos y en los Estados Unidos y Canadá.

Ahora, a pesar de los acuerdos de la Unión Europea con Turquía, que exige los millones de euros en ayuda prometidos para frenar el flujo del paso de refugiados a Europa, miles de ellos siguen tocando las puertas de los países europeos, mientras en sus sociedades, aterradas por los atentados terroristas del ISIS,  crece el rechazo a los inmigrantes y la fobia en contra de los musulmanes.

En la medida en que sigue aumentando la llegada de refugiados a los países de Europa y se siguen produciendo atentados, sigue creciendo el odio y el rechazo contra los inmigrantes y los refugiados, lo cual ha alimentado los movimientos neonazis y derechistas, despertado el nacionalismo como una forma de protección de las sociedades europeas que se sienten agredidas culturalmente, políticamente y, ahora, militarmente con los atentados en su territorio.

No es difícil entender que los resultados del Brexit no representan el rechazo de los ingleses a la Unión Europea, sino a la ola de inmigrantes y refugiados que, poco a poco, han ido convirtiendo a los nacionales en minoría. De nueva cuenta, como después de la gran crisis de 1929, el fascismo y la derecha parecen estar destinados a gobernar a los países donde las sociedades nacionales se sienten amenazadas; donde la crisis económica ha sacada a millones del mercado laboral y el desempleo provocado la desintegración de muchas familias.

Por esta razón, una vez que se han definido oficialmente las candidaturas a la presidencia de los Estado Unidos, tanto de los republicanos con Donald Trump, como de los demócratas con Hillary Clinton, parece evidente la llegada de Trump a La Casa Blanca, el cual parece representar los anhelos de millones de estadounidenses que nunca han estado de acuerdo con los tratado de libre comercio firmados por su país con América Latina ni con los millones de inmigrantes y refugiados llegados en los últimos 40 años.

Donald Trump, el candidato republicano a la Casa Blanca no sólo ha dicho que pondrá fin al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y construirá un muro a lo largo de toda la frontera con México, el cual desde hace casi diez años se ha estado construyendo, sino que recientemente ha planteado que Francia no es Francia ya, refiriéndose a los ataques recientes del ISIS en su territorio, dibujando una imagen negativa de ese país en una rueda de prensa en la Florida, citando los casos recientes de Niza y el asesinato de un cura en Saint-Etienne-du-Rouvray, considerando que este país colonialista ahora se encuentra invadido por inmigrantes y refugiados, que han diluido su cultura y la seguridad.

No serán suficientes los votos latinos para que Hillary Clinton gane la elecciones a Trump, el miedo al ISIS, al aumento de inmigrantes y refugiados, el nacionalismo y machismo, serán suficientes para que se instale en La Casa Blanca el millonario. Si cumple su palabra, México se verá enfrentado a su propia realidad, deberá volver sus ojos al sur del cual se ha olvidado desde 1993, concentrado en forjar un proyecto común con Canadá y los Estados Unidos que ahora se ve cada vez más lejos e imposible de concretar.