También llamaron a manifestarse contra Congreso y el Supremo
• El ministro que condenó a Lula y que ahora es acusado de parcialidad; la Derecha teme se les caiga el caso
Los movimientos derechistas que sacaron a medio Brasil a la calle para impulsar la destitución de Dilma Rousseff, en 2016, movilizaron el domingo a miles en decenas de ciudades.
Los actos fueron convocados en defensa del ministro Sergio Moro, antiguo juez y símbolo de la lucha contra la corrupción, bajo presión ahora, por la revelación de sus diálogos privados con los fiscales.
Pero los manifestantes aprovecharon para mostrar su descontento; su indignación no es ahora contra el Gobierno, que lidera su aliado Jair Bolsonaro, sino contra el Tribunal Supremo y el Congreso, a los muchos que acusan de entorpecer las iniciativas legislativas gubernamentales.
Es la segunda vez en un mes que bolsonaristas marchan contra otros poderes del Estado.
“Esto es una dictadura del Congreso Nacional, es un Congreso de dictadores que busca su propio beneficio…”, arengaba uno de los oradores, presentado como un empresario, a una multitud en la avenida Paulista de São Paulo.
Las marchas fueron convocadas hace tres semanas cuando The Intercept empezó a publicar los mensajes que han sembrado dudas sobre la imparcialidad de Moro, que dictó la primera condena contra Lula da Silva.
El Tribunal Supremo ha dejado en suspenso por un receso el análisis de un recurso de la defensa de Lula que reclama la suspensión de Moro por parcial.