NFL
Batalla insípida
• Inicia la Semana 9 con la batalla entre San Francisco y Raiders de Oakland
La Semana 9 de la NFL inicia con la Batalla de la Bahía entre los 49ers de San Francisco, que reciben a los Raiders de Oakland. Este duelo será el último que sea llamado de esa forma, hasta que los Raiders se muden a Las Vegas.
El partido llega en el peor momento para ambas franquicias, que ocupan el último lugar de sus respectivas divisiones. El resultado que obtengan este jueves por la noche en el Levi’s Stadium, no cambiará la situación que viven en la temporada, al ser equipos que se quedarán sin oportunidad de Playoffs.
A pesar de que es un partido nada atractivo para un prime time, 49ers y Raiders buscarán sacudirse el mal momento por el que atraviesan y así poder culminar de manera aceptable la campaña.
San Francisco comparte el peor récord de la temporada (1-7), con los Giants de Nueva York, mientras que los Raiders (1-6), acumulan cuatro derrotas consecutivas.
Los de Kyle Shanahan perdieron el partido en el último cuarto ante los Cardinals de Arizona 18-15. Mientras que los de Jon Gruden visitan Santa Clara después de caer en la Semana 8, 42-28, ante los Colts de Indianápolis.
A pesar del mal momento, el quarterback de los de Oakland y tres veces Pro Bowl, Derek Carr, acumula dos mil 27 yardas por aire y 10 touchdowns. Además acumula sólo una intercepción en sus últimos tres juegos.
El problema de Oakland viene cuando se trata de temas defensivos, en el que ocupa la posición 26 de la temporada. En el juego ante Indianápolis, los Raiders permitieron 21 puntos en el último cuarto, con lo que les dieron vuelta en el partido, que hasta entonces lideraban.
El equipo permite 31.1 puntos por partido, siendo la segunda peor defensiva en ese renglón, sólo por detrás de los Buccaneers de Tampa Bay. Los 49ers ocupan la quinta posición, con 29.5 puntos permitidos por encuentro.
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MÉXICO 68
Jóvenes salvaron los Juegos Olímpicos
• La huella que dejó el 2 de octubre, además de la falta de infraestructura, fueron excusas suficientes para que el país no fuera considerado digno anfitrión para el ojo internacional
La inestabilidad social que se vivía en México en 1968 hizo pensar a los organizadores que los XIX Juegos Olímpicos podrían ser boicoteados por los estudiantes.
La huella que dejó el 2 de octubre, además de la falta de infraestructura, fueron excusas suficientes para que el país no fuera considerado digno anfitrión para el ojo internacional.
Aún con el descontento, algunos ciudadanos fueron conscientes del compromiso con su país para la organización del evento.
Y como dijo el presidente del Comité Organizador, Pedro Ramírez Vázquez, en el libro “Héroes Anónimos”, de Alejandro Ortega San Vicente, sabotear la justa olímpica hubiera sido extremadamente fácil.
“Hubiera bastado con bajar el switch de la subestación de Ciudad Universitaria en el momento en que se desarrollaban los eventos o las ceremonias”.
Los Juegos Olímpicos fueron posibles gracias a participación entusiasta de la juventud mexicana, en particular la de todos los centros oficiales y privados de enseñanza media y superior.
En el COO se dieron cita alumnos y egresados de varias universidades como la UNAM, Politécnico, Heroico Colegio Militar, entre otras, para realizar todos los eventos exitosamente.
A ellos se les sumaron periodistas, voluntarios, doctores, médicos, scouts, y un sin número de nombres que fueron surgiendo conforme la justa se acercaba.
Según “Héroes Anónimos”, 92 mexicanos empezaron llenos de optimismo y decisión los trabajos de la organización, sin desconocer, pero sin atender, a las desmesuradas críticas y escepticismo de los medios de información de numerosos países que pedían que los Juegos fueran cancelados. Para 1968, fueron 14 mil 531.
No hubo oficio, profesión, escuela o colegio que no estuviera representado en la organización y que no contribuyera al éxito alcanzado. Las dependencias y entidades del Gobierno Federal y los gobiernos de los estados en que se verificaron algunos eventos fueron valiosos colaboradores y su apoyo, invaluable.
