Denuncian extorsión proveniente del mismísimo Cereso del municipio

Tulancingo

Es en contra de un interno (amenazado de golpizas) y sus familiares
La CNDHEH, sólo de adorno “no ha ofrecido la atención debida, aseguran familiares del interno”… ya decidieron acudir mejor a la CNDH

Familiares de un joven recluido en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Tulancingo, señalan ser víctimas constantemente de extorsión proveniente del interior del propio reclusorio, para evitar que su familiar sea severamente golpeado.
La madre del joven interno, quien pidió el anonimato por temor a represalias, recriminó además la falta de atención por parte de personal jurídico de la visitaduría regional de la Comisión Estatal de Derechos Humanos en Hidalgo (CEDHEH).
Detalló que ha acudido en tres ocasiones a esta instancia, para interponer una queja sobre presuntos malos tratos hacia su familiar, quien se encuentra bajo proceso en el Cereso local; además de señalar diversas irregularidades que, señala, se producen desde el interior las instalaciones.
Dijo que prácticamente desde su ingreso al Cereso, en febrero de este año, el hombre ha sido extorsionado para evitar ser golpeado, “y hasta el momento han sido como diez mil pesos los que le he podido dar, pues amenazan con hacerle daño en caso de no dar el dinero”.
A decir del testimonio de la propia mujer, su familiar en reclusión le refirió que los presuntos extorsionadores “que desconoce quiénes puedan ser”, tienen personas en la calle que les pueden hacer daño.
Además de la exigencia de dinero, la denunciante señala que a su familiar le han exigido la entrega de ropa, alimentos, entre otros, pues de lo contrario, habría agresiones físicas.
La mujer señaló que incluso ya ha atestiguado durante días de visitas familiares, que varias personas presentan signos de golpes, al haberse negado a la extorsión, o al no haber tenido recursos para ello.
Por ello, hace unas semanas acudió a las oficinas de la visitaduría regional de la CEDHEH con objeto de presentar queja, y en su momento fue atendida en primera instancia por un abogado, al que no pudo identificar por nombre.
El funcionario le solicitó que se presentara al día siguiente para iniciar la queja, pero no lo pudo localizar, al igual que en la primera ocasión que le buscó en la sede regional.
Desesperada, señaló que buscará apoyo en la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en la Ciudad de México, y descartó acudir a la sede central de la CEDHEH, “pues creo que va a ser casi la misma falta de atención que en Tulancingo”.
Agregó que en un primer momento pensó en acudir con el director del penal de Tulancingo, opción que descartó, luego de que su familiar le pidió evitarlo, “para no tener consecuencias”.
Finalmente, al estar en riesgo la integridad física, emocional y mental del actual recluido, la denunciante solicita desesperadamente a las autoridades le permitan presentar formalmente la queja, para realizar la investigación correspondiente.

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