Tulancingo
• Familiares de una pequeña con síndrome de down lamentaron la insensibilidad de empleados que venden las pulseras para subir a los juegos mecánicos
Familiares de una niña de apenas cuatro años, que padece síndrome de down y autismo, denunciaron públicamente que fueron víctimas de un trato grosero e indigno por parte de personal de la Expo Feria de Tulancingo, al momento de adquirir la pulsera para el acceso a los juegos mecánicos.
Shirley Zamudio, tía de la menor, narró a Diario Plaza Juárez que acudieron el pasado domingo a las instalaciones de la Expo Feria Tulancingo; sin embargo, lo que pretendía ser un momento de esparcimiento y diversión, se convirtió en una desagradable experiencia por lo acontecido al momento de comprar la pulsera para que la pequeña pudiera subirse a algunos juegos mecánicos.
“En la entrada nos trataron muy bien, se portaron muy amables; pero en la taquilla donde quisimos comprar la pulsera, una de las encargadas se negó a dejarme poner la pulsera a mi sobrina, ya que, como es una “niña especial”, no se deja tocar por cualquier persona… Ahí inició todo”, señaló la tía.
Relató que las empleadas especificaron que tenían la estricta instrucción de ser ellas quienes pusieran las pulseras; por ello, se negaron a dejar que la tía la colocara. Todo esto, con una actitud déspota y burlona.
“Es una manera incorrecta de tratar a las personas especiales, yo ya les había comentado la condición de mi sobrina y es evidente que mi sobrina es una persona autista”, subrayó.
Para acabarla, se acercó un hombre que intervino en el problema, y al explicarle la situación, Zamudio asegura que éste contestó que, si se trataba de una niña especial, entonces no podría subirse a ningún juego mecánico.
Al pedirle una justificación sobre el argumento anterior, la familia sólo recibió burlas y malos tratos; colocando incluso, de manera forzosa, la pulsera a la menor, provocándole llanto y enojo.
Ante ello, la tía decidió grabarlos con su celular y exigió hablar con algún responsable o autoridad, incluso solicitó información sobre la ubicación del presidente del patronato de feria, Juan García Mellado, pero sólo recibió evasivas.
“No podemos permitir el abuso, la intolerancia, la indiferencia a este sector de nuestra población que de por sí está marginado; los ven como si fueran personas raras… son personas que deben de ser tratadas con calidad y con tratos especiales; es por eso que hago mi denuncia, solicitando a las autoridades o responsables de la feria, que capaciten en este sentido a su personal”, concluyó la indignada tía.
