Se ensañan con una fémina cuyo “delito” fue señalarles que su función era preventiva, no sancionadora

El pasado 13 de octubre, agraviada mujer se encontraba en un área de descanso en su automóvil, hasta donde policías uniformados llegaron para decirle que no podía andar en un automóvil con vidrios polarizados.

Posteriormente le achacaron estar ebria.

Al responderles que como policías su papel era preventivo y que, además, no estaban en su jurisdicción, ellos llamaron a la policía municipal, llegando al lugar dos mujeres. La bajaron por la fuerza y la trasladaron a la al área de retención primaria.

Nunca le explicaron los supuestos delitos, sólo la golpearon y la llevaron a la comandancia. Ahí le hicieron la prueba de alcohol y salieron negativos los resultados.

Denuncia que la obligaron a desnudarse. Muestra lesiones inferidas por los guardianes.

Le quisieron obligar a firmar que recibió un trato digno. Al negarse, fue ingresada a los separos.

Posteriormente la acusaron de haber consumido drogas, pero al hacerle estudios estos también salieron negativos, por lo que se le acusó finalmente de agresiones a la misma policía, aplicando una multa de 12 mil pesos.

Con la ayuda de un abogado y tras relatar los hechos al juez, fue dejada en libertad sin ningún cargo, tampoco multas. Su automóvil pudo recuperarlo un día después, pero, esos sí, tras pagar tres mil pesos.

Señaló la saña con la que actúa la policía estatal, en complicidad con la del municipio. “A los ciudadanos comunes se les aplican sanciones y abusos, sólo porque no tienen la posibilidad de defenderse”.