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Del robo de gasolina a la tragedia de Tlahuelilpan

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Lo lógico en la estrategia del presidente de México para poner fin al robo de gasolina de los ductos, cerrándolos y distribuyendo la gasolina por tierra, hubiera sido que las empresas extranjeras incrementaran sus ventas frente a la reducción de la oferta de PEMEX; sin embargo, ello no ha pasado

 

La tragedia de Tlahuelilpan ha convulsionado y consternado a todo el país. Estos hechos se han producido en medio de la cruzada contra la corrupción y el robo de la gasolina de los ductos de PEMEX, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador; la cual había cobrado hasta este lunes 85 víctimas y 58 heridos. Después de ellos han surgido voces discrepantes que rayan lo absurdo, intentando culpar de la tragedia al presidente de México y a 25 soldados del ejército que, siguiendo las instrucciones de su jefe máximo, no podía enfrentarse a una multitud resuelta a inmolarse por unos litros de gasolina.

 

Algo que debemos tomar en cuenta es que, México no se encuentra entre los países que vende la gasolina más barata en el mundo, pero tampoco entre los que la ofrece a los precios más elevados. Países como Venezuela, Sudán, Irán, Kuwait, Argelia y Nigeria, registran los precios más bajos en la venta de gasolina; mientras que Hong Kong, Mónaco, Noruega, Barbados, Islandia, Zambia e Italia, son quienes la venden más cara; sin embargo, la crítica en estos años ha sido ¿por qué siendo un país petrolero la vendía tan cara?

 

La reforma energética de 2013 vendió la idea de que, al aprobarse la apertura del mercado de los hidrocarburos, la gasolina sería más barata; no sólo porque habría una mayor oferta nacional, sino porque vendría petróleo importado por las diferentes empresas extranjeras, algo que hasta hoy no ha ocurrido. Todo lo contrario, las empresas que entraron a México no sólo continuaron vendiendo gasolina de PEMEX, sino gasolina robaDA de sus ductos.

 

Lo lógico en la estrategia del presidente de México para poner fin al robo de gasolina de los ductos, cerrándolos y distribuyendo la gasolina por tierra, hubiera sido que las empresas extranjeras incrementaran sus ventas frente a la reducción de la oferta de PEMEX; sin embargo, ello no ha pasado. Las empresas que venían vendiendo gasolina robada continúan cerradas, luego de constatar que no venían haciendo compras a PEMEX y las empresas extranjeras siguen mostrando su incapacidad para ofrecer gasolina, preguntándonos ¿Y la reforma energética, para que ha servido?

 

Sin embargo, debemos considerar que el robo de gasolina no es un asunto que sólo concierna a México solamente. En los países desarrollados también se presenta el robo de gasolina, el cual se produce en las gasolineras o por mafias que operan en la oscuridad robando el combustible; la gran diferencia entre nuestro país y los países desarrollados de Europa, donde se roban los hidrocarburos, quizá sólo sea el color de los enormes bidones donde lo transportan.

 

En países como Francia los ladrones de gasolina son cada vez más audaces. El aumento en el precio de la gasolina ha hecho de su robo y venta un negocio lucrativo, detrás del cual ha surgido todo un desarrollo tecnológico para evitarlo; por ejemplo, en ese país en 2012 el robo de gasolina se incrementó en un 20% y en 2014 se multiplicó, en particular en camiones pesados con tanques de 1000 litros, de acuerdo con la Federación Nacional de Transportistas por Carretera, la cual reportó más de 20 millones de litros robados anualmente.

 

Los robos de gasolina condujeron a muchos transportistas a aplicar diferentes estrategias. Una de ellas fue, dejar el tanque vacío durante el fin de semana, con tapa abierta; otros optaron por tapas reforzadas en sus tanques con candado o cerrojos soldados de acceso; surgieron coladores que impedían la introducción de una manguera en el tanque; otros optaron por dispositivos flotantes que facilita el llenado pero que se cierran cuando se completa el llenado; mecanismo de detección electrónica de robo de combustible.

 

Pero además de ese robo violento de la gasolina, los países desarrollados han enfrentado problemas similares a los que México ha padecido, como el fraude a la hora de cargar gasolina y no recibir la cantidad comprada, falsificando la declaración sobre la verdadera cantidad otorgada al cargar combustible. Pero no es todo, los ladrones se las han ingeniado para llenar tanques de gasolina sin que la bomba marque el consumo, pirateando el sistema e inhabilitando sus contadores.

 

Pero sin duda, el tema del robo de la gasolina de los ductos es un tema no sólo económico sino cultural. ¿Quién puede imaginarse en Noruega o Francia a un grupo de individuos perforando los ductos para robarse la gasolina y luego venderla en un mercado negro?, indudablemente la pobreza es un factor que ha empujado a cientos de mexicanos a delinquir y sumarse a las bandas del crimen organizado, no sólo para robar combustible sino para traficar con drogas y seres humanos; pero detrás de ellos hay empresarios y funcionarios del gobierno, los cuales no son pobres, sino que han amasado fortunas con lo robado.

 

El presidente de la Compañía Nacional de Petróleo de Libia, Mustafa Sanalla, ha lamentado que sus Compañía haya sufrido perdidas de más de 750 millones de dólares anuales, debido al contrabando de combustible, calificándola como una plaga que amenaza la economía nacional, debido a que los traficantes y ladrones no solo se han infiltrado en las milicias que controlan gran parte de Libia, sino también en las compañías de combustible que supuestamente venden gasolina; algo que parece retratar lo que ha venido pasando en México, sin que nadie pusiera un alto a esa práctica, como hasta ahora lo ha hecho el presidente Andrés Manuel López Obrador, con el apoyo de la mayoría de los mexicanos.