HOMO POLITICUS
Europa se fractura desde el Brexit hasta la crisis financiera en Italia, mientras la viabilidad de la mancomunidad europea como bloque se resquebraja y todo apunta al recrudecimiento de la derecha y del desencanto ciudadano hacia el establishment.
Europa vive una crisis financiera, donde la banca lo mismo en Italia que en España, se encuentra contraída ante sus apetitos que han llevado a la bancarrota a miles de familias, cuestión, que ante la falta de liquidez, agravará los problemas de consumo; por lo pronto el Euro se ha debilitado y, sin hacer de esto una cura económica, Europa se apresta a vacas flacas.
Si a esta incertidumbre le sumamos en efecto “Trump”, negro panorama.
¿Cuál es la prospectiva de esto?
El ascenso de los gobiernos de ultraderecha producto del voto anti-establishment es evidente, porque estos gobiernos prometen orden, control de la migración y desechar los lastres de las cargas financieras con otros países de la Unión Europea, cuestión que le refresca el oído a los sectores que han perdido movilidad y consumo.
En los hechos.
El capitalismo mundial a nivel del neoliberalismo acusa los problemas del enriquecimiento desmedido y el empobrecimiento lacerante, por lo que la reestructuración del paradigma de Friedman parece estar próxima, aunque cabe decir que nunca antes los grandes consorcios en la historia del capital han ganado tanto dinero a costa de la pobreza y explotación política y económica, cuestión por la que el próximo paradigma lo que tiene que asegurar es que más allá de su retórica, garantice que la tasa de ganancia aumente.
En el marco político y de las relaciones humanas, las cosas están más que oscuras. Las políticas raciales, abierta o no, la xenofobia, la postura antiinmigrantes, el fortalecimiento del nacionalismo, están a la vuelta de la esquina.