Dedicarán café literario a Ana Frank

El Café literario de la Biblioteca Central del Estado Ricardo Garibay dedicará su sesión del jueves 25 de junio a la obra de Ana Frank. La cita es en la sala multimedia en punto de las 18:00 horas, que será coordinada por Paula Barra Moulain.

 

Se trata de una actividad diseñada para todos aquellos que disfrutan de la literatura y quieran compartir una tarde le lectura de vida y obra de escritores destacados que han dejado huella.

Se denomina “Ana Frank Vida y obra”, quien sumida en la clandestinidad escribió su diario mundialmente famoso. Una de sus notas: “Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados”.

Annelies Marie Frank nace el 12 de junio de 1929 en Francfort del Meno (Alemania). Es la segunda hija de Otto Frank y de Edith Holländer. Su hermana Margot tiene entonces tres años. Los Frank son judíos alemanes y los Holländer son familias judías que llevan varios siglos residiendo en Alemania.

El padre de Ana trabaja en el banco de la familia; la madre es ama de casa. Para Margot y Ana es una época feliz. En el barrio donde viven hay muchos niños para jugar. Sin embargo, sus padres están preocupados. Adolf Hitler y su partido culpan a los judíos de los problemas sociales y económicos, convirtiéndolos en chivos expiatorios. El antisemitismo en Alemania aumenta.

El 12 de junio de 1942, Ana Frank cumple trece años. Por su cumpleaños le regalan un diario. Es su mejor regalo. Comienza a escribir en él enseguida: “Espero poder confiártelo todo (…) y espero que seas para mí un gran apoyo”.

En este diario dejó constancia de sus experiencias en un escondite o desván construido en un edificio de oficinas, mientras se ocultaba con su familia de los nazis en Ámsterdam durante la Segunda Guerra Mundial. Su familia fue capturada y llevada a distintos campos de concentración alemanes, donde morirían todos salvo su padre, Otto. Ana fue enviada al campo de concentración nazi de Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y, más tarde, al campo de concentración de Bergen-Belsen. Murió allí de fiebre tifoidea el 12 de marzo de 1945, pocos días antes de que éste fuera liberado.

Tras la detención de los escondidos, Miep y Bep, dos de las personas que ocultaron la estancia de la familia Frank y otros judíos en Ámsterdam durante la invasión nazi, habían encontrado los diarios de Ana tirados en el suelo de la casa de atrás. Miep los había conservado todo el tiempo en un cajón de su escritorio. Al enterarse de la muerte de Ana, le entregó a su padre Otto Frank los diarios, cuadernos y hojas sueltas con los apuntes de Ana.

Años después, Otto Frank publicaría el famoso diario conocido en español como el Diario de Ana Frank.

Diario constituye un conmovedor testimonio de ese tiempo de terror y persecuciones. Albert Hackett y Frances Goodrich lo adaptaron al teatro, y George Stevens lo llevó al cine en 1959.

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