Décimas que reviven

Décimas que reviven

HOY VI LLORAR AL MAESTRO

I

Hoy vi llorar al Maestro.

Eran lágrimas de amor,

Sólo mitigadas por

La fuerza de un Padre Nuestro.

¨Si el hijo pródigo vuestro

Pasa por un mal momento,

Vos tened confianza en mí,

Estas pruebas son así,

Todo perdón es tormento.

II

El llanto del Nazareno,

Universal Arameo,

Es lenguaje en el que veo

un mensaje de hombre bueno:

Superior, ultraterreno,

Que llegó hasta el sacrificio.

Sufrió el horrible suplicio

Con toda serenidad.

Esta terca humanidad

Lo sigue llevando a juicio.

III

Agnóstico siempre he sido,

No ateo, me causa dolor

Que no haya un ser superior

Que se ame sin ser temido.

Mucha tristeza he reunido

Porque la falta de fe,

Ante lo poco que sé,

Es un llamado angustioso

Al Maestro bondadoso

Que me encontró y lo encontré.

IV

Es amable, consecuente…

Y no hay maldad que lo ofenda,

Ni nada que lo sorprenda

De un pecador penitente.

Al postrarme humildemente

Para lavaros los pies,

Más fuerte y grandioso es.

Al conocer su bondad

De hombre y Dios en dualidad,

Lo seguiré haciendo sin doblez.

V

Abatido y humillado,

Como cualquier otro hijo

A su Padre, triste, dijo:

“¿Por qué me has abandonado?”

Ya mártir crucificado.

Ante el divino reclamo,

como padre, yo derramo

protección a un hijo enfermo;

aunque tranquilo me duermo

si a Jesús invoco y clamo.

Related posts