NÚMEROS CLAROS
La situación de la economía nacional es mucho más que el reflejo de la especulación y desconfianza de los inversionistas en el mundo, la cual sigue reflejándose en la caída de las bolsas de valores en el mundo, provocando alarma cada semana
En vísperas de la llegada del Papa Francisco y de su visita a un Penal para compartir con los presos, precisamente en el Estado de Nuevo León, en el Penal de “Topo Chico”, se presenta un enfrentamiento entre “grupos de los cárteles de la droga” que deja 49 personas muertas. Una extraordinaria coincidencia; en el primer Estado dirigido por un político independiente de los partidos, por el gobernador Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, es donde se produce este enfrentamiento ¿Por qué no fue en el centro de alta seguridad donde se encuentra “El Chapo” en el Estado?.
En un país de mayoría católica, donde todos están a la espera de la llegada del Papa, este hecho sangriento tiende a conmocionar a los ciudadanos; pero lo peor de todo no es eso. Desde ayer en todos los medios internacionales se vuelve a hablar de México, no por la visita de Papa, ni por los cuerpos hallados en Veracruz y la periodista asesinada, de lo que también se ha hablado alrededor del mundo, sino por el motín en la cárcel de “Topo Chico”.
Al margen de esa coincidencia, estos hechos siguen dañando la imagen internacional de México y continúan sembrando la desconfianza en los inversionistas sobre la seguridad en el país. No es casual que en los últimos meses el peso siga experimentando una continua devaluación y a pesar de los esfuerzos del Banco de México por evitar que se aleje de los 16.40 pesos por dólar, con que fue elaborado el Presupuesto de Egresos 2016 y la Ley de Ingresos, la moneda nacional ha seguido el ritmo de la salida de capitales y la demanda de dólares de los inversionistas, que prefieren ir a otros mercados.
La situación de la economía nacional es mucho más que el reflejo de la especulación y desconfianza de los inversionistas en el mundo, la cual sigue reflejándose en la caída de las bolsas de valores en el mundo, provocando alarma cada semana, tal como el día de ayer, donde desde Asia hasta América, pasando por Europa, todas clausuraron en números rojos.
En México existen otros componentes, la falta de un Estado de Derecho y las debilidades del existente continúan marcando el comportamiento de la economía. Pese al discurso oficial, lejos de que los inversionistas continúen trayendo sus capitales al país, éstos siguen saliendo y demandando sus dólares en las ventanillas de los bancos y casas de bolsa, provocando la caída del peso, el cual después de estar sobrevaluado durante muchos años, por primera vez se encuentra subvaluado.
Sin embargo, en estos días la visita del Papa será un alivio para el gobierno federal; la clase política tendrá la oportunidad de saludarlo sin tener que invertir para ir a Roma y solicitar audiencia, se santificará, aunque de poco sirva. Pero en estos días, todas las preocupaciones de los mexicanos pasarán a segundo plano, sobre todo las de los más pobres del país, las de los más de 55.3 millones de mexicanos hundidos en la pobreza, los más creyentes, los que piensan que su condición los llevará al cielo, al paraíso interestelar que en la tierra les ha negado vivir con dignidad.
