BUENOS AIRES, Argentina.‑ Si la tarde fue de México, que se movió al ritmo de Julio Revueltas, el músico encargado de mostrar su arte en la inauguración oficial del pabellón de la ciudad de México como Invitada de Honor de la 41 Feria Internacional del Libro (FIL) de Buenos Aires 2015; la noche fue de los lectores, quienes vivieron la tradicional venta nocturna que, como cada año, hizo que la feria cerrara sus puertas hasta la una de la mañana.
Este viernes, durante el segundo día de la feria que ha abierto sus brazos a la ciudad de México, se celebró la denominada “Noche de la ciudad”, que mantuvo viva la fiesta de las letras hasta después de la medianoche y ofreció descuentos especiales de las editoriales participantes, pero también una oferta cultural con música, teatro, presentaciones y firmas de libros.
Esta feria, que se caracteriza por ser una feria de tarde, es decir, abre todos los días sus puertas a partir de las 14 horas, tuvo su jornada más larga y agitada. Fue así por la venta nocturna, pero también por la ciudad de México, que ayer viernes hizo la inauguración de su pabellón con un concierto del músico mexicano Julio Revueltas, quien interpretó varias obras mientras circulaban burritos, cerveza y tequila.
El pabellón mexicano fue diseñado por Héctor Módica, Lourdes del Río y Alberto Kalach y construido con andamios cargados de cajas de cartón con el águila y la leyenda impresa: “Hecho en México”. Ahí hubo otras tantas cajas en las que se dibujan los rostros de “defeños ilustres”, como José Emilio Pacheco, José Revueltas, Octavio Paz y Elena Garro.
Allí, el secretario de Cultura del DF, Eduardo Vázquez Martín, aseguró que el stand es un ejercicio de arquitectura, modernidad y diseño. “Hemos querido también expresar nuestra diversidad. ¿Cómo contar la ciudad de México, cómo contar una ciudad tan compleja, culturalmente tan diversa? Aquí hemos apostado por un diseño que le hemos puesto ‘ciudad de ciudades’, ustedes saben que la ciudad de México no es una, son muchas ciudades que conviven y coexisten”.
Al inaugurar el pabellón de México, que exhibe más de mil títulos de cerca de 50 editoriales mexicanas, Vázquez Martín dijo que la idea es mostrar la diversidad editorial del país.
La feria está dotada de acciones a favor de la lectura. No faltan los “juegos literarios” que invitan a los lectores argentinos a conocer su literatura de formas “sui generis” y lúdicas como test para saber cuál es la novela que debes leer, las versiones musicales de obras de escritores de Argentina, cuentacuentos, narradores, susurradores y hasta una rueda de quiromancia para conocer la fortuna motivados por la obra de García Márquez.
‑Entre charlas.
La FIL de Buenos Aires es una feria que reúne a escritores famosos, como el español Arturo Pérez Reverte, quien la noche del viernes firmó cientos de libros y conversó con Jorge Fernández Díaz sobre su más reciente novela, “Hombres buenos”. El narrador español habló de esta historia de intriga en la España del siglo XVIII, pero también de sus sueños más inquietantes; confesó que ahora cada vez más sueña con su padre.
“Puedo soñar con la vida. Sueño sobre todo con ciudades desconocidas y hostiles a menudo, en las que nunca encuentro un taxi y voy con mi mochila o con lo que lleve y camino por las calles y nunca encuentro un taxi; quiero volver a un hotel y no hay hoteles. Sueño con mi padre también a menudo, antes no me ocurría, quizás porque estoy más cerca de él en edad, en muchas cosas”, afirmó.
Pero ésta también es una feria de homenajes, como el que rindieron al argentino Arnaldo Orfila Reynal otros tres editores: Alejandro Archain, Gonzalo Álvarez, y Carlos E. Díaz, en una mesa organizada por el gobierno de la ciudad de México para rendir tributo al editor que trabajó muchos años en el Fondo de Cultura Económica y luego fundó la editorial Siglo XXI.
Describieron a Orfila Reynal como un hombre bueno, gran editor y visionario, como un ser humano que se dedicó en cuerpo y alma a la vocación de editor, que impulsó y fundó importantísimas editoriales, colecciones y series en México y Argentina, y que fue un gran hacedor de libros y catálogos.
“Su gran secreto fue su vocación, entusiasmo y dedicación, que era completa en el sentido más literario de la palabra, y por vocación entendió entrega absoluta a un proyecto a tal punto que el límite entre su trabajo y su vida personal era prácticamente inexistente”, dijo Carlos E. Díaz, director de Siglo XXI Editores en Argentina.
Por su parte, Alejandro Archain, gerente del Fondo de Cultura Económica en la filial de Argentina, celebró el impulsó que le dio Orfila Reynal a esta institución mexicana, pues durante su gestión se abrieron las filiales de Chile y España, se creó la colección Lecturas Mexicanas, “La Gaceta” ‑órgano oficial del Fondo‑ y se abrió la primera librería en México.