EMBARAZO EN LA ADOLESCENCIA; EMBARAZO POR VIOLACIÓN
El 10% de niñas violadas en México se embarazan, recurriendo al aborto como un derecho que la ley confiere, menos de la cuarta parte
“Carolina tiene 16 años y no sabe que fue adoptada. Sabe que es hija única, y que ha crecido siempre apegada a su madre porque siente que solo ella la entiende. Se sabe diferente porque la abuela entre todos los nietos, a ella la cuestiona siempre por su comportamiento, y siempre es la encargada de lavar los trastes cuando se reúnen todos los nietos. Hoy está en el consultorio porque dice su madre que no solo ha engordado por todas las golosinas que come en la calle, sino que además ya ni regla.
Caro tiene un embarazo de 4 meses, y cuando escucha la explicación, sus ojos se mueven para todos lados buscando una ayuda. La madre enfurecida le cuestiona su –mal comportamiento-, descubriendo después, que fue su esposo el que la ha violado desde los 12 años de edad. Las dos se van llorando y con una tristeza que como daga corta la atmósfera muchas veces ingrata.”
Con muy pocas dudas podemos asegurar que la violación sexual y el secuestro se yerguen como los delitos más ruines e infames que existen.
Ambos implican la supresión total de la voluntad, de la libertad y la sujeción absoluto a la acción del agresor, el ser humano es reducido a un objeto, a la inexistencia no sólo de los derechos sexuales y reproductivos de todos los adolescentes, sino de los derechos elementales de una persona viva.
Sin que las cifras conocidas deban ser aceptadas como reales, puesto que la mayoría QUEDAN en la oscuridad, se calcula en México que al año ocurren cerca de 120 mil violaciones, es decir un caso cada 4 minutos. Se calcula que el 65% sucede sobre adolescentes, y que en el 70% un familiar cercano fue el agresor.
El 10% de niñas violadas en México se embarazan, recurriendo al aborto como un derecho que la ley confiere, menos de la cuarta parte.
En Perú por ejemplo, se informa que el 14% de adolescentes embarazadas fue por violación e incesto.
En un informe reciente por parte de la OPS (Organización Panamericana de la Salud), afirman categóricamente que el embarazo en niñas de 10-14 años de edad en su mayoría es producto de la violación.
VIOLACIÓN Y ABUSO SEXUAL.
Es menester aclarar que, aunque ambos hechos implican ultraje a un menor, la violación significa penetración, y el abuso la promoción de actitudes sexuales de un adulto, o mayor en edad al menor, en acciones que genera estimulación erótica para el agresor.
Con respecto al violador, se trata de un hombre con patología de la virilidad, y no una expresión de la virilidad normal, siendo un problema de género y no de sexo, en otras palabras, el agresor quiere ejercer poder, y para ello usa la penetración como una herramienta.
REACCIONES DE LA ADOLESCENTE ANTE EL EMBARAZO.
Reconociendo que el agresor mayoritariamente es cercano a la víctima, más del 70% de los casos de niñas menores de 14 años, quedará impune y en silencio total. Tanto por la pobreza e ignorancia, como el temor a quedar desamparados en caso de que el padre o tutor sea el victimario. Es frecuente que el embarazo sea reconocido tardíamente, -después de la semana 12, límite para la interrupción legal de la gestación en algunos países-, y aunque las leyes son permisivas para el aborto por violación, es tarde siempre cuando se solicita ayuda.
La niña-adolescente reacciona con ira, con dolor y rencor ante la incertidumbre de su estado; en medida que el embarazo crece, el odio es muy acentuado, siendo más en adolescentes de más de 16 años, porque vislumbran un futuro desolador. El intento de suicidio, violencia fetal, y conductas auto-dañinas, son muy frecuentes, porque viven la doble experiencia de haber sido lastimadas, y del embarazo como un recordatorio para siempre.
FUTURO DE LA ADOLESCENTE EMBARAZADA.
Si en condiciones de embarazo consensuado entre adolescentes, el futuro es incierto, en la adolescente embarazada como consecuencia de violación es impredecible.
Desde el punto de vista médico la Adolescente embarazada antes de los 15 años, aumenta dramáticamente el riesgo a la vida y las complicaciones.
Hoy hablamos del gran problema de salud pública acerca del embarazo en la adolescencia, pero poco abordamos el tema del abuso y la violación sexual. Es tiempo que lo hagamos con más frecuencia, porque el único camino que nos queda es la prevención y una auténtica educación de la sexualidad.
¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES?
Si reconocemos que estos delitos se perpetran con más frecuencia dentro de la dinámica familiar, donde debería haber la mayor seguridad, es necesario que empecemos ya a abrir nuestros sentidos:
a).- PLATICA DIARIAMENTE CON TUS HIJOS
no importa que te repita lo mismo, pero de esta manera sentirá que te preocupas y te interesas en sus cosas, y podrás descubrir a tiempo algún hecho irregular.
b).- OBSERVA SU CONDUCTA
es habitual que el menor o adolescente que está siendo víctima de abuso sexual, cambie su conducta: irritable, distraído o triste. Ahora bien, es frecuente que el adolescente viva estos sentimientos, no creamos que todo es igual a Abuso sexual, pero si nos sirve para escuchar, atender y solucionar a tiempo.
c).– DEMUESTRALE QUE SIEMPRE LO ESCUCHARAS Y QUE TE DEBE TENER CONFIANZA.
Este aspecto es el más importante, porque la mayoría de niños víctimas no hablan por miedo, y porque no sienten la confianza con sus padres. El amor a los hijos debe fluir cada día como el rio que nunca se cansa y siempre son aguas nuevas.
Carolina tuvo a su niña, y jamás la madre cuestionó a su marido, un mucho por miedo y otro tanto por imaginar que se quedaría sola.