Dan “palo” a Ochoa Reza en club de golf

Bajo Reserva Exprés

Un mal momento, un swing fallido, tuvo el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, aficionado al golf.
Nos recuerdan que don Enrique es uno de los integrantes de la clase política que gusta de jugar golf. En un reportaje de EL UNIVERSAL publicado en abril pasado, se constata que Ochoa acude al Club Campestre, allá por los rumbos de Tlalpan y Miguel Ángel de Quevedo, uno de los más exclusivos de México, con la membresía más cara, que incluso puede rondar el millón de pesos.
El dirigente priísta, nos comentan, tuvo que pasar saliva al meter la inscripción, porque fue rechazada por el Consejo Directivo.
Como premio de consolación dieron a don Enrique un año de cortesía, en el que debe pagar el llamado “green fee” (el precio estipulado cada que se va a jugar).
En otras palabras, le dieron trato de mortal. Con ello, nos dicen, de plano a don Enrique no le vieron ni la altura ni el nivel para ser parte del club, y sólo podrá jugar por un tiempo, quizá mientras termina su mandato en el PRI.

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