Se ha estrenado la divertida comedia francesa La madame de Amanda Sthers.
Basada en un guión de la propia novela de la directora, la cinta narra la historia de Anne Fredericks (la camaleónica Toni Colette), una sofisticada parisina, que organiza una cena de negocios, para ayudar a su esposo en problemas financieros Bob (Harvey Keitel), quien debe vender un Caravaggio para salir del apuro.
Pero la intempestiva llegada de su hijastro Steven (Tom Hughes), hace que los invitados a la mesa sean 13, lo que es de mala suerte, por lo que Anne decide sentar a la mesa a su ama de llaves María (la almodoroviana Rossy de Palma), con la advertencia de que no debe hablar, ni beber.
Pero David Morgan (Michael Smiley), el experto que debe autentificar el cuadro en venta, se interesa en ella, sobre todo después de que el bromista Steven, la presenta como miembro de la realeza española.
Aunque se trata apenas de su tercera cinta, la parisina Maruani, que es su verdadero apellido, tiene la ventaja de que se trata de su propio material, por lo que puede manejarlo a su antojo.
Así pues se burla de las convenciones sociales de los burgueses, que se engañan descaradamente diciendo que los franceses acostumbran eso “para salvar su matrimonio”, mientras que los pobres son los únicos que creen en el amor.
El reparto está espléndido, encabezado por la australiana Colette, quien es capaz de recobrar una apariencia sofisticada, luego de filmes como El legado del diablo, bien apoyada por Rossy de Palma, bien aprovechada por alguien más que Almodóvar.
Madame resulta pues una deliciosa comedia que no hay que perderse.
