CINE DE HOY
• El sacrificio de Nehuén Puyelli resulta interesante y logra un retrato de los penales argentinos
Hace algún tiempo, la Cineteca Nacional presentó una retrospectiva bastante completa del
apreciable cineasta argentino José Celestino Campusano.
Ahora los programadores del recinto cultural han recuperado El sacrificio de Nehuén
Puyelli, una de sus cintas más recientes.
El guión del propio realizador recuerda uno de sus filmes anteriores como El perro Molina.
El Nehuén del título (Chino Aravena) es un curandero chileno que es acusado injustamente
de haber matado a una paciente, por una prominente madre resentida de que su hijo se ha
enamorado del enigmático personaje.
Es enviado a un penal argentino que es controlado por Ramón Arce (Damián Ávila) un
taciturno preso que está a punto de cumplir su condena, y que hace un pacto con el
curandero, para poder pasar los fines de semana en libertad con la familia de Nehuen.
La cosa se comienza a complicar cuando la vengativa madre del enamorado de Nahuen,
paga para que un sicario lo mate en prisión.
Campusano retrata los bajos fondos argentinos con gran fidelidad, con un reparto bastante
sobrio en el que todos tienen el tono justo, incluyendo a los villanos.
El sacrificio de Nehuén Puyelli resulta pues un interesante y logrado retrato de los penales
argentinos, y de los presos que los pueblan.