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“Culpable”

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RELATOS DE VIDA

Había llegado el día tan ansiado, Laura cumplía los 35 años, su vida siempre había sido de lucha y de sacrificio pero no por eso dejaba de ser alegre, tenía el amor de su familia y sus hijos; aunque como en muchas familias, nunca falta el “frijol en el arroz”, el “amor de su vida” Raúl, quien tenía doble personalidad pues mostraba temporadas de comprensión, cariño y respeto, pero otras muy fuertes de odio y de poder por las cuales buscaba humillar a Laura.

Tal vez no era del todo culpable, como es tradición en la cultura mexicana, el machismo era una ideología que le fue inculcada desde el seno familiar, y aunque no tenía los argumentos para ejercerla, creía que no podía fallarles a sus padres.

Laura estaba muy emocionada, se levantó y agradeció por un año más de vida, por la salud, por su familia por todas las oportunidades de trabajo y crecimiento profesional; planchó la ropa, se metió a bañar, dedicó un breve espacio a su arreglo personal, y dio paso a la preparación del desayuno.

Sus hijos, Guadalupe y Roberto, se había ido una noche anterior con los papás de Laura; Sara y Pablo, así que sentía un poco de relajación, tiempo que consideraba aprovechar para consentirse con un corte de cabello y la aplicación de un tinte, y después comprarse una bolsa que tanto le hacía falta.

En eso Raúl irrumpió en la cocina, perfectamente bañado y arreglado exigió el desayuno, apenas como un mero comentario la felicitó por su cumpleaños, y prodigio con el desayuno sin esbozar palabra alguna. Después de 15 minutos en silencio, Laura se levantó de la mesa y comenzó a levantar los platos, pero al momento tomar una taza, perdió el equilibrio derramando el restante del café la camisa de Raúl, quien lanzó un grito de “¿eres estúpida?”. La cumpleañera quiso disculparse haciéndole entender que fue un accidente pero no tuvo suerte, pues el enojado hombre siguió enunciando palabras altisonantes. Mientras Raúl continuaba con el rosario de vulgaridades y palabras humillantes Laura solo repetía en su interior “Ya no más”.

Sin moverse y solo palpando sobre la mesa encontró un cuchillo el cual empuñó fuertemente y después de armarse de valor se lanzó contra Raúl para clavarlo en cualquier parte del cuerpo, para después salir corriendo de su casa.

Apresurada se dirigió a casa de sus padres, al abrirle la puerta entró solo para abrazar a sus hijos, les dijo que los amaba y les confesó su culpabilidad, después de horas de llanto y pensar lo que pasaría, cayó en un profundo sueño; cuando despertó su padre, Don Pablo estaba sentado al filo de la cama, le dijo que Raúl estaba vivo, que solo fue una pequeña cortada a la altura de las costillas, había platicado con él y no levantaría cargos, pero quería el divorcio. Laura suspiró a pesar de lo trágico del mejor regalo de cumpleaños.