HOMO POLITICUS
No siempre que se culpabiliza a alguien es culpable, en ocasiones, esto suele provenir de la impotencia que generan nuestros propios errores o desaciertos, o bien, de intenciones oscuras y apetitos mordaces.
Sí intentáramos explicar el crecimiento económico de varios estados de la Unión Americana, encontraríamos que su PIB, en una buena dosis, proviene del trabajo ilegal, es decir, del trabajo de migrantes ilegales, que en su mayoría son de origen mexicano; el caso de California suele ser aleccionador, donde el dinamismo agrícola en gran medida es por jornaleros mexicanos, hombres, mujeres e incluso, niños.
Pero criminalizar es más fácil que admitir la responsabilidad. Ahora resulta que el NaziTrump, ha advertido a título de amenaza, que de llegar a la Casa Blanca, exigirá el pago del muro fronterizo a México, porque lo culpa de que sus connacionales migran de forma ilegal a Estados Unidos y, ello, hay que detenerlo. Además de culera esta amenaza es perra.
Empero, como toda medida coercitiva, requiere castigo, el NaziTrump ha señalado que ante una negativa del gobierno mexicano de absorber el costo del muro de los lamentos, lo que hará es bloquear las remesas de mexicanos, cuestión que no solo viola el derecho humano a disponer como se estime del usufructo del trabajo, sino que atenta contra la dignidad de las personas, porque no existe nada más indigno que alguien te imponga una restricción de conducta cuando ésta es legal.
Como Donald Trump en realidad no es menos que un hijo de puta, la medida no extraña, pero algo queda claro, es necesario detener a este perro rabioso, la fuerza del peso económico de los migrantes debe darle una lección a este pendejo que me saca de mis casillas; la medida más clara es llamar a un boicot de las labores, de todos los trabajos, para que los empresarios y hombres de negocios en Estados Unidos vean lastimados sus intereses, tanto en la producción como en el sector servicios, esto los hará desechar al NaziTrump.
Recordemos que una de las medidas que tomaron tanto Gandhi como Luther King, fue la no cooperación en términos de resistencia ciudadana pacífica, boicoteando el consumo y el trabajo; ambos líderes lograron su cometido y hoy son un ejemplo del valor de la ciudadanía organizada.
Lo primero que se hace con un perro rabioso es dar parte a las autoridades de salud, vacunarse y, humanitariamente, aislarlo para que no pueda morder y contagiar a los demás con el virus de la rabia. El aislacionismo económico funciona, esa es la medida para derrotar al perro rabioso que hoy pretende enmierdarlo todo.