Se fugó del hotel de concentración
- Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, acusó a los hermanos Gourriel de “franca actitud de entrega a los mercaderes del béisbol rentado y profesional”
Dentro del nuevo marco de relaciones entre Washington y La Habana, la Federación Cubana de Béisbol y la Major League Baseball están tratando de buscar una manera de sortear el embargo para que los deportistas cubanos también puedan ir a EU. Representantes de la liga estadounidense estuvieron en diciembre en Cuba, pero de momento el asunto sigue atascado. Y mientras las puertas de Estados Unidos estén cerradas, las fugas no cesarán.
Si el béisbol es parte del alma cubana, Cuba se acaba de quedar sin un trozo. Su pelotero más importante, Yulieski Gourriel, de 31 años, se escabulló el lunes de madrugada del hotel en el que estaba concentrada la selección en Santo Domingo tras finalizar en cuarto puesto su participación en la Serie del Caribe. Con él se ha ido su hermano Lourdes, de 22 años, también integrante de la selección. Un golpe tremendo para el béisbol cubano y para Cuba.
Se supone que, como han hecho muchos otros peloteros cubanos, se han evadido para irse a la Major League de EU, donde se estima que un jugador del talento de Yulieski Gourriel, nombrado mejor deportista de Cuba en 2015, podría firmar un contrato de unos 100 millones de dólares.
La fuga de talentos es un lastre creciente para el deporte más popular en la isla. En 2015 se fueron de Cuba más de 100 peloteros, y en 2014 alrededor de 70. La razón es sencilla: en el extranjero pueden ser millonarios; en Cuba no, además de que en la isla no pueden desarrollar su potencial tanto como en la liga más competitiva del mundo. Si bien el béisbol sigue siendo el deporte de referencia para los cubanos, un estandarte que va más allá de lo deportivo y alimenta la identidad nacional, su debilitamiento coincide con la pasión creciente de los cubanos por ver fútbol internacional en la tele.