• Ocurrió en el Museo de Arte Moderno
La controversia suscitada por la pintura “La Revolución” de Fabián Cháirez expuesta como parte de la muestra “Emiliano. Zapata después de Zapata” en el Palacio de Bellas Artes, ha evidenciado la intolerancia y la disposición de censurar las expresiones artísticas en México.
No es la primera vez que sucede:
El 23 de enero de 1988, la iglesia católica protestó contra la obra del artista Rolando de la Rosa. Cerca de 600 personas acudieron con los ánimos a tope al Museo de Arte Moderno (MAM) de la Ciudad de México para exigir que retiraran la obra que contenía dos imágenes, una en la que se mostraba el rostro de la Virgen de Guadalupe reemplazado por el de la estrella de Hollywood, Marilyn Monroe
La otra en la que la cara de Jesucristo en “La última cena” de Leonardo da Vinci se sustituyó por la de Pedro Infante.
El escándalo escaló hasta la oficina del presidente Miguel de la Madrid tras los reclamos de diversas asociaciones y personalidades, por lo que el artista decidió retirar su obra titulada “El Real templo real” unos días después de su inauguración. Un mes más tarde las presiones propiciaron el despido de Jorge Alberto Manrique, quien entonces estaba al frente del MAM.
SACRÍLEGA E INSULTANTE LLAMAN A UNA MUESTRA EN EL MUSEO DE ARTE MODERNO
24 de enero de 1988
• Amenazaron con destruirla 600 personas
Burla la fe católica y humilla símbolos nacionales, la airada denuncia
Es inconcebible que los impuestos que el pueblo paga con tantos sacrificios se dilapiden en la promoción de exposiciones tendientes a burlarse de la fe de los católicos y humillar a las insignias nacionales, afirmaron representantes de diversos grupos y asociaciones sociales y de católicos, que protestaron ayer en el Museo de Arte Moderno contra la manifestación “Espacios Alternativos” de Rolando de la Rosa.
En el marco del bosque de Chapultepec y por espacio de más de 3 horas, alrededor de 600 enardecidas personas exigieron el cierre de la muestra, bajo la amenaza de entrar por la fuerza y quemarla.
El Comité Nacional ProVida, promotor de la protesta, acordó cuando estaban reunidos afuera del Museo, denunciar a las autoridades judiciales al subsecretario de Cultura, Martín Reyes Vayssade por “utilizar el dinero del pueblo para humillar los símbolos católicos”, así como al director del MAM, Jorge Alberto Manrique, por permitir la exposición y especialmente al autor de la muestra, Rolando de la Rosa, por antipatriota.
La protesta se inició a las 10 de la mañana, cuando la multitud reunida frente al edificio desde las 8, se dividió en tres grupos: uno se ubicó dentro del museo, otro en la explanada y el tercero en el camellón del Paseo de la Reforma.
Entonces se inició una sesión de oraciones y cánticos religiosos, donde se rezó el Rosario por más de una hora en espera de que se presentara el director del Museo de Arte Moderno, Jorge Alberto Manrique.
Al principio, los empleados del museo cerraron las puertas del recinto, por temor a que fueran a dañar lo que ahí se exhibe; sin embargo poco después, expusieron que ellos no tienen nada que ver con la exposición y solicitaron que no se dañarán las obras, porque ellos serían los responsables.
Entre tanto, afuera de la mole de cristal negro, ubicada en el paseo de la reforma e incrustada, en un área del bosque de Chapultepec, Jorge Serrano Limón, presidente de Provida, a través de altavoz portátil acusó al gobierno de “agredir a la iglesia, al permitir insultos y burlas a los principios de la religión católica”.
Calificó nuevamente la muestra de “sacrílega e insultante” y dio una hora para que se presentara el director del MAM antes de entrar por la fuerza.
Pasado el tiempo otorgado, acudió el subdirector del museo, Eduardo Luque, quien, luego de escuchar las demandas de los ofendidos católicos y recibir un pliego dirigido al secretario de Educación Pública, Miguel González Avelar, condenando la exposición y exigiendo garantías de respeto a los símbolos de la religión católica, explicó a los manifestantes que no tenía ninguna autoridad para cerrar la sala III, donde se exhibe la “obra” de Rolando de la Rosa.
Entonces, los representantes de Pro-vida, le dieron 30 minutos para que consiguiera la autorización, de lo contrario, serían ellos mismos quienes se deshicieran de los cuadros. Pasado este lapso, y como Eduardo Luque no localizó al director del museo, optó por quitar la exposición como medida de precaución ante la cólera de los manifestantes.
Así, se desbloqueó la entrada a la sala y antecedidos por el personal de seguridad se permitió la entrada a la exposición, donde se descolgaron todos los cuadros y se almacenaron. Luego de esto la multitud abandonó el coloso de cristal y mármol.
Para prevenir una posterior reapertura de la obra, se designó a una comisión que se encargará de vigilar diariamente que no sea reinstalado el “collage” de Rolando de la Rosa.
La manifestación duró aproximadamente 4 horas, en las que se rezaron 4 rosarios y se entonaron cánticos guadalupanos, viva la Virgen y el himno al Cristo Rey.