Trump en sus peores días
- La amplia derrota en Wisconsin aleja al magnate de la nominación directa; el establishment intenta dejar al millonario sin la candidatura, aunque tenga más delegados
Entre los datos que deja Wisconsin, un islote previo a las grandes batallas de Nueva York y Pensilvania, que junto con otras jalonan la segunda quincena de abril, éste es el que más preocupa al magnate: cuatro de cada diez votantes republicanos están temerosos de que él sea el nominado. De ellos, la mayor parte dice estar dispuesta a votar antes a Hillary Clinton.
A Donald Trump se le complica la nominación para competir por la Presidencia de EU. El varapalo de Wisconsin, a manos del reforzado Ted Cruz, reduce al mínimo sus posibilidades de convertirse en candidato durante el proceso de primarias. Tras perder la mayor parte de los 42 delegados del estado del norte, el magnate tendría que llevarse seis de cada diez delegados de todos los que restan por repartir para obtener la nominación directa. Matemáticamente, es posible. Racionalmente, improbable.
El establishment republicano, resucitado en torno a la figura de uno de sus mayores enemigos, el senador Cruz, está a punto de lograr el primero de sus objetivos para descabalgar al controvertido showman: una convención abierta. En paralelo, el frente antiTrump ha iniciado el trabajo de restar voluntades entre los delegados ya elegidos, algunos de los cuales no se sienten vinculados a votar en el congreso de julio al aspirante por el que teóricamente han concurrido. Es la pelea que se lleva a cabo entre bastidores.
Ted Cruz sale reforzado. Es su triunfo más rotundo. Trece puntos de ventaja en unas primarias abiertas, que incluyen votantes independientes, le invitan a pensar que su mensaje de unidad en torno al conservadurismo empieza a calar. El veterano senador Newt Gingrich, quien fuera aspirante a la nominación en pasadas campañas, llamó a «no desestimar la gran victoria de Cruz, que le abre muchas posibilidades en la carrera».
De la misma forma que la marcha de Trump ya es menos triunfal, tras una semana previa llena de errores y muestras de debilidad.