Trabajadores del núcleo cooperativo mantienen bloqueados los accesos al Triturador La Condesa, como medida de presión para evitar que otras empresas ajenas a la zona de influencia de la Cooperativa La Cruz Azul ingresen a realizar trabajos de acarreo de la materia prima para la elaboración de cemento.
Al paro de operaciones del triturador se sumaron ejidatarios del Ejido de Bomintzhá quienes manifiestan que no van a permitir el ingreso de unidades ajenas a las empresas de la zona de influencia de la Cooperativa La Cruz Azul.
Los trabajadores de las más de 10 empresas cooperativas afectadas en su fuente de trabajo, recalcaron que desde enero no han sido contratados por la cementera, debido a los conflictos internos que tienen los dos grupos que se formaron.
Señalaron que los problemas internos de la Cruz Azul ya están afectando directamente a todas las empresas del núcleo corporativo, al no ser contratadas para los diferentes servicios que algunas prestan desde hace más de 50 años, así como a los ejidatarios del núcleo ejidal de Bomintzhá.
Con la no contratación para la prestación de diversos servicios informaron miembros del núcleo cooperativo se han visto afectadas más de 9 mil familias, de ahí que no les quedó de otra más que defender su fuente de empleo y que por eso bloquearon los accesos al Triturador La Condesa de donde se extrae la materia prima para la elaboración de los productos para la construcción que comercializa la cementera.
Piden la intervención de los gobiernos federal y estatal para que, conforme a derecho, se resuelva el conflicto que enfrenta desde hace ya varios años la empresa cementera y con ellos se siga no sólo dividiendo familias, sino afectando la economía, paz y tranquilidad del núcleo corporativo.
Los quejosos puntualizaron que no están a favor o en contra de algún grupo, al estar conscientes de que no tienen injerencia en las decisiones que sólo competen a los socios de la cooperativa, pero en lo que si les corresponde es defender su fuente de empleo, toda vez que los acuerdos que por años mantienen con La Cruz Azul es que la preferencia en el trabajo la tienen las familias de la zona de influencia como recompensa a la explotación de la materia prima y también en pago por los daños ambientales que se generan.