México, DF.- Porfirio Muñoz Ledo invitó a ciudadanos y fuerzas políticas progresistas a sumarse al proyecto de una nueva Constitución para el país.
En el Centro Lázaro Cárdenas y Amalia Solórzano resaltó que hoy el Estado mexicano padece una grave crisis sistémica. El deterioro de las instituciones, la profunda desigualdad social, la corrupción generalizada y la ilegitimidad del grupo en el poder han confluido en la descomposición del tejido social y en la desesperanza ciudadana.
“Por añadidura, el sistema autoritario que padecemos está mutando hacia el despotismo, que es no sólo el abuso de la autoridad, sino un gobierno regido por la inconsciencia o por motivaciones personales”. Imposible, dijo, soslayar el caso escandaloso de la periodista Carmen Aristegui, “suspendida de su función esclarecedora, en violación al derecho individual a la libre expresión y al derecho colectivo a la información. Todos hemos sido agraviados”. Indicó que también es preciso recordar el caso de los 43 normalistas desaparecidos. Abominable ejemplo de barbarie y de contubernios que el poder público ha pretendido clausurar, como si fuésemos un par de fantasmas”.
Muñoz Ledo manifestó que sería impensable revertir la degradación de las instituciones en ausencia de una reforma integral del Estado. “El pecado mayor de nuestra política es el olvido de las leyes y de los acuerdos democráticos y su reemplazo por las complicidades oligárquicas. Los periodos históricos se agotan. Es hora de definiciones fundamentales”, sostuvo.
Afirmó que a más de 30 años de estancamiento económico, agudización de la pobreza, inseguridad colectiva, transferencia de poder hacia los intereses particulares y entrega de los espacios de soberanía “la pregunta que se impone es: ¿cuál es la solución para el país? Las voces de protesta no acaban de articularse y hay quienes piensan que probablemente el Estado-nación que hemos conocido no tenga remedio”.
A su vez, el senador Alejandro Encinas señaló que es momento de acabar con la simulación y el doble lenguaje “para superar la regresión política que vive el país y hacer de las fuerzas progresistas una fuerza determinante en los cambios que exige la nación. “La situación actual exige hacer un replanteamiento general de nuestras ideas, propuestas y formas de organización y de vinculación con la sociedad”. (Agencias)