Sobre los derechos humanos
- Mientras pedía mayor respeto a los derechos y anunciaba el fin del embargo de armas, Hanoi detenía a disidentes, denunció Amnistía Internacional
El gesto político se enmarca en el creciente interés en extender las relaciones entre EU y Vietnam. En 1994, el entonces presidente Bill Clinton levantó el embargo económico que pesaba sobre el Gobierno de Hanoi. Desde entonces, Vietnam forma parte de, entre otras organizaciones, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (un tratado de libre comercio entre países de la Cuenca del Pacífico); o de la Iniciativa del Bajo Mekong (para integrar políticas de desarrollo en la zona)
Armas frente a garantías democráticas. El presidente de EU, Barack Obama, pidió el martes a Vietnam un mayor respeto de los derechos humanos, al asegurar que la libertad para los ciudadanos es la clave para la prosperidad y el progreso. El tirón de orejas público se produjo solo un día después del fin del embargo de armas que pesaba sobre el país asiático desde hacía más de tres décadas. Para Obama este es un paso decisivo hacia la normalización de las relaciones y elimina a un vestigio persistente de la Guerra Fría.
«La defensa de estos derechos no es una amenaza para la estabilidad, sino refuerza la estabilidad y es la base del progreso», aseguró por contra este martes el presidente estadounidense en un discurso en el Centro Nacional de Convenciones de la capital vietnamita, Hanoi. Con anterioridad, el mandatario se había reunido con una decena de activistas, aunque a otros tantos se les denegara la asistencia al encuentro.
Pero mientras Obama se encontraba de visita oficial en Vietnam, su Gobierno detenía a seis disidentes, según denunció Amnistía Internacional. La organización defensora de los derechos humanos aseguró que las autoridades vietnamitas realizan una campaña de intimidación contra decenas de activistas que coarta la libertad de expresión y asamblea pacífica.
El fin del embargo ha sido criticado por organizaciones pro derechos humanos. Como destaca Phil Robertson, vice-director para Asia de Human Rights Watch, «el presidente Obama ha premiado a Vietnam a pesar de no haber hecho nada digno de mención: el Gobierno (de Hanoi) no ha derogado las leyes represivas, ni liberado un número importante de presos políticos, ni realizado ninguna promesa sustancial».