• Tras seis semanas de juicio, 12 personas deberán dar un veredicto unánime sobre los delitos sexuales que se le imputan al productor
El jurado del caso por abusos sexuales contra el productor Harvey Weinstein se ha retirado a deliberar este martes por la mañana tras escuchar durante una hora las instrucciones del juez James Burke, una vez concluidas seis semanas de juicio en la corte Suprema estatal de Nueva York.
Burke describió a los jurados los cargos: dos de agresión sexual depredadora, uno de acto sexual delictivo en primer grado, uno de violación en primer grado y otro de violación en tercer grado, señalando que debían dilucidar si los fiscales los han “probado más allá de toda duda razonable”. “Ustedes y solo ustedes son los jueces y únicos responsables de decidir si el acusado es culpable o no”, explicó el juez Burke a los siete hombres y cinco mujeres encargados de alcanzar, basándose en las evidencias presentadas, un veredicto unánime sobre los cinco delitos sexuales que la Fiscalía imputa a Weinstein. El juez, que tuvo que hacer pausas durante su intervención debido al ruido de varias ambulancias, insistió en que “si la Fiscalía no ha logrado satisfacer la carga probatoria, deben hallar no culpable al acusado”, y apostilló que “hay muy pocas cosas que sepamos con absoluta certidumbre”, pero ante la Justicia no sirve un “probablemente”.
Weinstein, vestido con traje de chaqueta gris y camisa blanca, llegó hoy a la sala diez minutos antes del comienzo de la sesión, caminando lentamente y ayudándose del nuevo andador con ruedas que comenzó a llevar a mitad de juicio, sin dar muestras de nerviosismo y rodeado por su equipo legal. En primera fila, como en otras ocasiones, estaba la abogada Gloria Allred, que representa a tres de las seis supuestas víctimas que han testificado contra él, entre ellas una de las dos denunciantes sobre las que se sustenta este caso.
Los primeros minutos, no obstante, se centraron en una columna de opinión publicada este domingo por la abogada de Weinstein, Donna Rotunno, en la revista Newsweek, en la que se dirige directamente al jurado, que tiene prohibido indagar sobre el caso en los medios o en internet, y les pide que hagan “lo correcto”: absolver a su cliente.
Pese a ese rifirrafe inicial en torno a su texto, el magistrado Burke se limitó a ordenar a Rotunno que se abstuviera de hablar en público sobre el caso, como ya hizo al inicio del proceso, cuando la Fiscalía le recriminó una entrevista en la que intentó restar credibilidad a las supuestas víctimas.