
La pandemia que parecía hasta hace unas semanas controlada, pero no domada, está en estos momentos en un recrudecimiento calificado ya como tercera ola, lo que ya prendió los focos de alarma en todo el país y despintado el verde en que parecía caminar todo México y volver a colores de preocupación y temor, porque a una actitud irresponsable de muchos ciudadana se debe sumar la aparición de nuevas cepas del virus que dicen los expertos lo vuelve más agresivo y peligroso.
Desde luego que hay preocupación en los gobiernos de todos los niveles, y en Hidalgo como en otros estados se ha decidido radicalizar medidas para evitar reuniones de la gente, y dictar normas enérgicas para que los lugares de reunión de tipo religioso, comercial, de servicios y turísticos disminuyan con tantos por ciento bien claros para controlar el número de gentes que pueden recibirse.
Y aunque son medidas que afectan la recuperación económica, que parecía fortalecerse con el semáforo verde, hay conciencia aunque con descontento, que la salud y la vida tienen prioridad.
Convocar a eventos donde se tenga que reunir la gente no parece una actitud responsable por la gravedad del escenario de Salud y por el riesgo de contagios, que a diferencia de la elección del 6 de junio se manifiesta en circunstancias diferentes, por nuevas cepas que resultan de alto riesgo y porque en junio se tenía cierto control que ahora no se tiene.
Tan es así que quien promueve la consulta del 1 de agosto no es la comunidad política del país sino el partido del Presidente, con la ausencia o por lo menos la indiferencia de los otros partidos políticos.
Mucho se ha dicho y opinado sobre la consulta en todos los tonos. Lo cierto es que para muchos no parece tener sentido en cuanto a la intención de llevar a juicio a 5 ex presidentes de la República y enjuiciar 30 años de nuestra historia como acto de justicia, que para otros se pierde en preguntarle al pueblo si quiere o no que se aplique la ley suponiendo que si se tienen bases se debe aplicar la ley sin toda la faramalla de la consulta.
Lo difícil del asunto es que para imponer al gobierno actual el enjuiciamiento a los ex presidentes hacen falta 37 millones 411 mil 384 votos, igual al 40 por ciento del padrón electoral, que es de 93 millones 528 mil 473 empadronados
El 6 de junio con todos los partidos, muchos en alianza, buscando llevar el mayor número de ciudadanos a votar, se lograron un total de 49 millones 266 mil, igual al 52 por ciento del padrón electoral.
Se seguirá discutiendo si la consulta tiene razón de ser, particularmente con el tema que propone, pero donde parece que se unifican criterios es en lo irresponsable que es alentarla en un momento en que todos están de acuerdo que lo prudente es no asistir a ella por la situación de la pandemia, que vuelve a golpear de fea manera a nuestro país y ni se diga a nuestro estado, donde los contagios superan el ciento desde hace varios días.