Home Nuestra Palabra Javier Peralta Conflicto en la UAEH: la primera prueba del autoritarismo

Conflicto en la UAEH: la primera prueba del autoritarismo

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Conflicto en la UAEH: la primera prueba del autoritarismo

RETRATOS HABLADOS

Parecía imposible que un conflicto de tipo sentimental, pudiera desembocar en la posibilidad, real ahora sí, de que el Grupo Universidad vea llegar el fin de su reinado en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), donde ha sido la máxima autoridad por más de 30 años.

Parecía imposible también, que el líder único y absoluto de dicho organismo político, cayera en la tentación de usar, una vez más, la vieja estrategia del, “para qué perder tiempo discutiéndolo, si lo podemos arreglar a madrazos”.

Parecía, pero fiel a su naturaleza, optó por lo segundo, y un movimiento que, de origen, simplemente pretendía la destitución de la directora del Instituto de Artes de Real del Monte, María Teresa Paulín Ríos, -que el aparente impulso de la otra parte en el lío propio de la prensa rosa, Lourdes Pérez-, para estas alturas amenaza, como nunca en la historia del Grupo Universidad, su hegemonía, que para muchos parecía eterna.

Sin embargo, y fiel a su naturaleza, la autoridad única y definitiva de la UAEH, que por supuesto no es el rector, ordenó se conformara un grupo de choque al más puro estilo porril, y desalojar a los jóvenes universitarios, que habían tomado el edificio central de la calle de Abasolo. Abundaron los gases lacrimógenos, los madrazos, para hacer valer el refrán citado, y por supuesto, amenazas contra todos los que hicieran grabaciones, con especial énfasis a los representantes de la prensa.

Se trata de un error de primaria, para quien sin duda es un político de amplísima experiencia, pero que simplemente no acepta una negativa, mucho menos cuestionamiento a su actuar, menos cuando proviene de quienes, supone, le deben obediencia absoluta.

Error que, sin embargo, si no hay un arreglo inmediato y la violencia generada crece con saldos trágicos, puede dar por hecho que su reinado terminará, y de muy mala manera para él y todo su grupo.

Porque asumir la pose de perdonavidas, y de “¡a mí nadie me dice lo que debo hacer, que para eso soy su padre!”, para estas alturas habrá descubierto que tal vez pudo aplicar sin problema alguno durante décadas y décadas; pero, en este 2023, con una juventud que podrá ser apolítica, porque sin duda es la mejor opción, pero nunca de ajena al sentir de sus compañeros, y para estas alturas a la represión que han sufrido, simplemente no se puede.

Con un poco de tolerancia, apertura y sin duda tranquilidad, el problema bien evaluado e investigado, pudo haber sido solucionado de raíz y su justa dimensión, pero para estos momentos hablamos de un conflicto en pleno crecimiento, y con todo que pretendan culpar, obviamente, a la existencia de una “mano que mece la cuna”, se darán cuenta que no, que se trata simplemente de un manejo torpe y carente de toda prudencia por parte de las autoridades universitarias. Pero autoridades que no dan un paso, si antes no lo aprueba quien maneja todos los hilos del poder en la UAEH.

Sin embargo, quien considere el principio del fin de un grupo político como el denominado Universidad, deberá observar que su líder ha dejado en claro que prácticamente puede sobrevivir a todo, incluso al poder federal y, tal vez, incluso a sus propias torpezas.

En tanto, es fundamental seguir de cerca este caso único de rebelión netamente estudiantil, para, bajo ninguna circunstancia, dejar de alertar si la tendencia a la represión se incrementa, y se pone en peligro la vida de los universitarios, que por lo mientras ya comprobaron y confirmaron, que al menos en la universidad, su máxima autoridad, que no es el rector, gusta más de ser un líder temido, que un líder amado, en la tónica de Maquiavelo y su Príncipe.

Mil gracias, hasta mañana.

Correo: jeperalta@plazajuarez.mx/historico/historico

X: @JavierEPeralta