CONADE demasiado presupuesto con tan pocos resultados

TERRAZA

Si Alfredo Castillo tiene pruebas de su dicho deberá presentarlas e ir hasta el fondo contra el resto de las federaciones. Si Castillo no prueba lo dicho, deberá irse.

 

En medio de la polémica y muy a su estilo, Alfredo Castillo, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), cimbra al deporte federado en México, al anunciar que presentó a la Secretaría de Educación Pública un proyecto de reforma a la Ley General de Cultura Física y Deporte para controlar a las distintas federaciones en México.

Hoy Alfredo Castillo, después de alborotar el avispero, tiene en su contra al Comité Olímpico Mexicano, a las cinco federaciones que ha señalado de malos manejos; también algunos atletas a quienes este grupo inscribe y da dinero. Castillo ha reiterado una y mil veces que existe corrupción en el deporte mexicano sobre todo en las federaciones, pues si sumamos el presupuesto total de CONADE en los últimos 8 años, estamos hablando de 36 mil millones de pesos. El 76 por ciento del presupuesto total es para subsidios. Demasiado presupuesto para tan pocos resultados.

Habrá que distinguir dos temas en este conflicto: El primero tiene que ver con la administración de los recursos y el trato a los atletas. El segundo tema tiene que ver con la rendición de cuentas. Ya se cuentan con denuncias en contra de las federaciones de beisbol y box

Si Alfredo Castillo tiene pruebas de su dicho deberá presentarlas e ir hasta el fondo contra el resto de las federaciones. Si Castillo no prueba lo dicho, deberá irse.

Ahora toca que hablen los deportistas, ellos son los que tienen que alzar la voz y dar su opinión de lo que está sucediendo para acabar con los cacicazgos que dañan el deporte nacional e impiden su crecimiento. Esto solamente lo podrán hacer una vez que concluya su participación en los próximos juegos olímpicos de Río de Janeiro. Antes de esto no es factible ni conveniente pues su futuro inmediato depende de una de las partes del Comité Olímpico.

Castillo ha reiterado que por lo menos ocho federaciones habrían defraudado al Estado con alrededor de 300 millones con empresas fantasmas, facturas falsas y desvío de recursos.

Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano,  aseguró que la intromisión de la CONADE puede costarle a México su no participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, solamente podrían asistir los atletas clasificados, bajo la bandera del Comité Olímpico internacional y sería el himno de dicho organismo el que sonaría si algún mexicano consigue el triunfo de una medalla de oro durante el marco del evento.

Sin duda esto es una premisa un tanto decepcionante y desde luego, los conflictos entre Padilla y Castillo continúan, pero todo va más allá de si vamos o no a los juegos Olímpicos. Actualmente los atletas mexicanos viven una situación entre la espada y la pared: por un lado, es un hecho que en los últimos años ha aumentado el fomento al deporte en todas las disciplinas olímpicas, pero también es un hecho que-como en muchas otras vertientes- nos hace falta para llegar a los talones de países considerados campeones.

Para no irnos tan lejos, recordemos por ejemplo las olimpiadas de Londres 2012, donde el presupuesto que le fue aprobado a la CONADE fue de 7 mil 31 millones de pesos; nada despreciable, mucho menos si le agregamos las recompensas que recibieron los atletas. A pesar de esto, cabe resaltar que según los expertos en el tema, el presupuesto- aunque no deja de ser importante-, no es un factor del todo determinante para el triunfo en los juegos olímpicos.

Sin ánimo de quitar mérito a hipótesis contrarias o sentirme un experto, me atrevería a ponerme del lado de esos analistas expertos; prueba de lo que afirman, son casos como los de Cuba, Brasil y Argentina, donde existe importantes incentivos deportivos desde la educación básica, independientemente de su situación macroeconómica, ¿pero que nos falta en México entonces?  El pleito entre Castillo y Padilla, es uno de los resultados derivados de importantes faltantes que tenemos como cultura: la primera es la transparencia, a la que aún vemos como un recurso utópico del que se nos habla sólo en tiempos electorales; siendo qué es nuestro derecho saber, cuando corresponda, quién hace qué  cuándo, dónde y cómo. La otra gran faltante es la motivación y la creencia hacia el deporte nacional. El conflicto va más allá de dos organismos deportivos, ya escaló a la SEP y el mismísimo Comité Olímpico Internacional, puso como límite el 8 de diciembre para que Aurelio Nuño ponga fin a lo que el comité calificó como “intromisión de las autoridades gubernamentales en la autonomía de las  federaciones deportivas”.

El veredicto definitivo para este caso aún se ve lejano a pesar del plazo del 8 de diciembre, desde luego se espera ver a atletas mexicanos representándonos en los juegos de Río de Janeiro y ojalá que las aguas tomen su debido cauce para que esto sea posible. 

 

Related posts