- Algunos negocios reabrirán, otros ya no
A pesar de que el semáforo epidemiológico regresó a color naranja, con el que se establece que además de las actividades económicas esenciales, se permitirá que las empresas de las actividades económicas no esenciales trabajen con el 30 por ciento del personal para su funcionamiento, y no una salida masiva a la calle, en la semana que concluye, se ha percibido mayor movilidad, al menos en la zona centro de Pachuca.
Por las mañanas es común ver cómo el transporte público ha dejado de acatar el máximo de pasajeros permitido que debe transportar, la situación se extiende al transporte Tuzobús en donde los asientos vacíos se han dejado de respetar e incluso la gente que viaja no siempre porta el cubrebocas.
De igual forma, en la calle, se puede apreciar cómo algunos comercios abrieron ante la presión económica que les había representado cerrar hasta por más de 2 meses; en algunos se cuentan con tapetes sanitizantes, ante la ausencia de estos insumos, otros han improvisado y colocan jergas mojadas con cloro u otros insumos sanitizantes, para desgracia de calzado de color deportivo, por ejemplo.
Cabe destacar que el semáforo naranja permitía también que “siempre tomando en cuenta las medidas de cuidado máximo para las personas con mayor riesgo de presentar un cuadro grave de COVID-19, se abrirán los espacios públicos abiertos con un aforo (cantidad de personas) reducido”, sin embargo, a pesar de que se regresó a color rojo, la población ha reaccionado a esta situación como si el coronavirus hubiera sido una nube que se fue.
Por su parte, las autoridades sanitarias insisten en que se deben seguir las recomendaciones, en que se debe mantener una sana distancia, en usar el cubrebocas y demás, pero la opinión de la población se ha dividido de diferente forma, entre los que no creen, los que creen pero no se cuidan, los que se mantienen en cuarentena en sus hogares, y los que atendiendo todas las recomendaciones, tienen que salir a trabajar.