PULSO DEL MEZQUITAL
¡Cuando éramos a secas!
Y no olvido el pan con sal;
que en la mesa de la casa de tus padres,
partiste a partes iguales.
Y no olvido las noches;
que entregados a la aventura desbordados, ahítos,
con apenas centavos buscamos volubles necedades.
Y sin embargo he olvidado;
en cuál de los papeles sucios, a lapicerazo –seguro- rayé
la línea que me oriente a volver al momento
donde habitó el tú-y-yo un fluir presente.
(Para Ramsés Salanueva: Luis Frías)
Un amigo funcionario me comentó, que existen en Hidalgo, comunidades indígenas donde de plano, en vez de darte papel higiénico te prestan una vara. – ¿por qué?- Pregunté, pues es para espantar a los marranos cuando vayas al baño. Y pasó justamente al inicio del sexenio del gobierno del estado, cuando se ofertaron sólo de dos sopas, o se recortan gastos o se aguantan.
En ese sentido de hacer un uso más eficiente y responsable de los recursos públicos (discurso más popular), el encargado del tema social en Hidalgo, Daniel Jiménez Rojo, anunció que dadas las condiciones nacionales, a los pueblos indígenas se les recortó más del 60 por ciento de los recursos destinados a resolver las deudas de la revolución, o sea que en pocas palabras, tendrán que seguir haciendo del dos a los cuatro vientos, porque lo que es este año, no hay para drenajes, ni agua potable, ni luz eléctrica.
Y la cosa está aún más chida, a Hidalgo le fue bien con el recorte, eso dijo, porque la titular de los Pueblos Indígenas en México (CDI), Nuvia Mayorga Delgado, pos´ es amiga de los hidalguenses, jodidos los de Oaxaca, Chiapas o Guerrero, si nosotros nos quejamos allá no amanecen, están tan pobres que cuando pasa el camión de la basura piden que le dejen tres botes… Las mujeres se embarazan anualmente nomás para sentir la barriga llena y así seguirán, porque en esto de la austeridad todos tienen que apretarse el cinturón, aunque en las comunidades la gente ya no tenga ni para eso, un cinturón.
Los resentidos sociales seguramente dirán, que aunque Nuvia Mayorga sea nuestra paisana, que tenga ese sentido de pertenencia por la tierra donde está enterrado su ombligo o mejor aún, que sea nuestra “cuatacha”, en Hidalgo tenemos los mismos problemas que Guerrero o Oaxaca, donde sí fueron afectados con los recortes presupuestales, o sea, si a los indígenas hidalguenses les quitaron el 60 por ciento del dinero en comparación con el año pasado, mejor ni preguntemos por los otros.
Y aunque la ley no permite ya la publicidad engañosa, el titular de desarrollo social y la delegación de los pueblos indígenas, realizan una gira estatal, recorriendo los municipios para hacer públicos los logros, como parte de un extraordinario esfuerzo y quemada de pestañas, que de no haber sido por todos esos ingredientes, los indígenas hidalguenses estarían lamentándose y mentándoselas, como ocurre allá en esos estados que por no tener a una amiga en el gobierno federal los dejaron sin presupuesto.
Donde igual se traen un jueguito de manitas calientes entre amigos, es en Ixmiquilpan, cuyo alcalde, Pascual Charrez y el gobierno del estado, han hecho un pacto de los “mejores friends”, aunque por debajo de la mesa más que patadas, se dan en las espinillas lo que vislumbra que, sólo fingen demencia, o que se llevan muy pesado. Eso de que la Policía Estatal y Federal se vayan de Ixmiquilpan, hay de dos: de plano al gobierno de Hidalgo está rebasado, generando una zona de excepción o están dejando solo al alcalde con el problema de la delincuencia, que aunque tenga buenas intenciones no podrá resolver, pero que ante la sociedad debe rendir cuentas, los resentidos sociales dirán, que solo lo están utilizando, pero como dicta la sabiduría popular, “un entenado nunca será tratado igual que un hijo, aunque lo sienten en la misma mesa”.
En corto:
• Recordar a Ramsés Salanueva en esta fecha es ineludible, a un año de su partida. No por lo que representó para quienes nos presumimos sus amigos, sino por su labor en las letras, la cultura y el periodismo. Poeta por esencia, bohemio por afición, periodista cotidiano.
• Este martes, en el museo Bicentenario a las dos de la tarde, se ofrecerá un homenaje luctuoso por su primer año de fallecido.
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