
CINE DE HOY
En Crímenes del futuro, cuadragésimo sexto trabajo fílmico del controvertido director canadiense David Cronenberg, estrenado en la Cineteca y en algunas salas comerciales, el realizador hace un compendio de su obra y recrea su primer largometraje, realizado en 1970 en condiciones precarias.
El guión se sitúa en un futuro apocalíptico en el que ya no existe el dolor y la cirugía es el nuevo sexo. Saul Tenser (Viggo Mortensen, bergmaniano) se convierte en una atracción al desarrollar nuevos órganos en su cuerpo, que son extirpados por la cirujana Caprice (Mrs Bond, Lea Seydoux) ante el delirio de los fans.
Pero al mismo tiempo Saul trabaja encubierto para descubrir la secta encabezada por el científico Lang Dotrice (Scott Speedman) que trata de crear una especie de mutantes que se alimenten de plástico. incluyendo a su propio hijo.
El universo cronerbergiano aparece en plenitud, con reminiscencias de Cuerpos invadidos, de extensiones corporales al estilo de Existenz y sexo bizarro a lo Crash.
Pero como toda gran película, estos Crímenes del futuro tiene diversas lecturas y no debe verse solamente como una cinta de ficción, sino desde una tragedia griega moderna hasta una cruel distopía.
Crimes of the future resulta pues ese tipo de cinta que no será del agrado de todo el mundo, pero de la que deja profunda huella en el espectador que no dejará de hablar de ella.