La escena, en el papel, era sencilla para Jorge Navarro Sánchez y Luis Gerardo Rivera: caminar sobre un puente colocado por producción. Pero por algo Luis resbaló y, por inercia, se intentó detener de Jorge, quien no aguantó el peso y los dos cayeron a cinco metros de altura, causándoles la muerte.
No había red o colchones de protección, señalan integrantes de la producción de “Sin miedo a la verdad”, donde la noche de anteayer ocurrió el percance. Cuando se trata de escenas de riesgo, existen una serie de medidas avaladas por la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México. En su boletín titulado Stunts y Riesgo, se determina que debe haber cuidados en una secuencia de acción o que implique un riesgo físico para un actor.
Entre los puntos señala que será el coordinador de stunt, quien, desde la preparación de proyecto, debe leer cuidadosamente el guion y, sobre el papel, hacer un planteamiento a la compañía productora de las secuencias que a su entender y experiencia, impliquen cualquier posible riesgo físico para un actor o actriz, estando a cargo de todos los aspectos de la escena.
Destaca que cuando un productor requiera que un actor o actriz realicen una actividad escrita o no en el guion, que represente riesgo de alguna manera, se debe llamar a un stunt para supervisarla o doblar al histrión, según sea el caso.
Se determina que debe haber cuidados en una secuencia de acción o que implique un riesgo físico para un actor