El costo por el recinto se acabará de pagar en 2039 e implica el 2% del impuesto de los trabajadores de Puebla; es un hecho que no puede tener modificaciones
Mientras que el 27 de diciembre pasado en el Museo Fuerte de Guadalupe en Puebla había un vigilante –lo que facilitó el asalto donde dos ladrones se llevaron piezas históricas–, otro museo de esa ciudad, el Internacional del Barroco (MIB), tiene hasta 70 vigilantes en las noches. No es lo único que distingue a este museo de todos los demás de México. El del Barroco tiene un esquema de operación único: fue creado con recursos públicos que administra una empresa privada, la operadora Mubasa (Museo del Barroco S.A.) y la información de esa operación ni siquiera está disponible para la secretaría de Cultura del estado de Puebla.
Al comparar los recursos que cada mes se tienen que destinar al MIB, la cifra se dispara incluso si se mide con los grandes museos nacionales: los de Antropología y Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), por ejemplo, requieren al mes alrededor de 5 cinco millones de pesos para su operación y mantenimiento; en contraste, el presupuesto mensual del museo poblano es de 31,9 millones de pesos.
El dinero que llega al Barroco proviene de la Secretaría de Educación estatal, no de la de Cultura (cuando se creó el Museo, Cultura era un área de la Secretaría de Educación). Los casi 32 millones se entregan cada mes a la operadora, que tiene su sede en el mismo edificio del MIB; para esa empresa laboran más de 200 personas, incluidos personal de seguridad y limpieza. Esos 32 millones mensuales se destinan a mantenimiento -dos millones de pesos- luz, agua y otros servicios, pero la mayor parte se va al pago de la deuda del propio museo.
El recurso mensual para el Museo Internacional del Barroco esconde un sistema de endeudamiento que es excepcional frente a cualquier otro centro cultural en la historia del país. Es herencia del fallecido exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y es un sistema que, a pesar de las investigaciones periodísticas, los amparos ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación, no ha cambiado. Desde que se presentó el Museo Internacional del Barroco – febrero de 2016– la cifra de mil 742 millones que según Moreno Valle había costado, sorprendía por lo elevada. De nuevo un comparativo: a finales de la década anterior, en 2008, se había inaugurado el MUAC que tuvo un costo de 280 millones pesos. Poco a poco se hizo público que la cifra de mil 742 millones de pesos era apenas algo así como una cuarta parte de lo que acabó por costar el MIB: siete mil millones 933 mil pesos, que se estarán pagando hasta 2039 a la constructora, La Peninsular, propiedad de la familia Hank Rhon.
Dato: Al comparar los recursos que cada mes se tienen que destinar al MIB, la cifra se dispara incluso si se mide con los grandes museos nacionales: los de Antropología y Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC)