CINE DE MAÑANA
Recuerdo a Lopitos, un antiguo compañero de trabajo que tenía fama de codo y del que decían no se comía un plátano, por no tirar la cáscara. Pero resulta un niño de pecho, si se le compara con el personaje de Que tacaño, una comedia francesa de Fred Cavayé, a la que nos invitaron las buenas amigas de Amarok Films.
Desde el vientre materno Francois Gautier (Dany Boom) ha sido aleccionado para no ser tan derrochador como su padre. Y el violinista lleva la máxima a los extremos.
Camina en vez de usar el transporte público, “porque es bueno para la salud”, come alimentos caducados para no desperdiciarlos, y ahorra la luz y el gas, al máximo, para incrementar su cuenta bancaria, utilizando incluso al ejecutivo, como terapeuta.
Por ello tiene fama de codo entre los vecinos y colegas del trabajo.
La llegada de dos mujeres cambiará su vida.
Valerie (Laurence Arné) es una chelista de la que queda prendado desde el primer momento, y Laura (Noemie Schmidt) una chica de 16 años, que le confiesa que es su hija, producto de un condón defectuoso.
Para tratar de justificar al avaro personaje, se dice que todo lo que hace, es en favor de unos huérfanos mexicanos.
Cavayé, realizador de tres thrillers anteriores, muestra una bis cómica bastante divertida, sobre todo en las escenas en las que Boom saca a relucir sus ahorrativas virtudes, como en la comida en el restaurante, o en la subasta.
Radin resulta pues una divertida comedia, que lo hará pasar 90 divertidos minutos y que seguramente lo ayudará a hacer algunas saludables economías.
