Coaliciones ¿debilidad partidista?

PIDO LA PALABRA
En las coaliciones la ideología partidista pasa a un segundo término y en realidad lo único que conviene a los partidos coaligados es el acceder al poder

En lenguaje liso y llano la generalidad de la gente entiende el significado de una coalición en el ámbito político, y sabe que ésta se presenta cuando dos o más partidos, organizaciones políticas, tendencias ideológicas o corrientes sociales deciden ir juntos a algún proceso electoral apoyando a un candidato común, eso es bastante entendible.

Sin embargo, mucha gente también se cuestiona sobre la efectividad de dichas coaliciones cuando ésta se da entre Partidos Políticos que previamente han negociado candidaturas en aras de apoyar las que presenta el otro Partido en coalición, pues la pregunta que siempre brinca es ¿y la ideología político-partidista para qué demonios sirve entonces?

En este tipo de coaliciones la ideología partidista pasa a un segundo término y en realidad lo único que conviene a los partidos coaligados es el acceder al poder, repartirse los huesos, conservar su esfera de influencia en el territorio de que se trate, y sobre todo, garantizar, cuando menos en el papel, que en un proceso electoral tendrán el mínimo de oposición del resto de los contendientes.

Desde mi opinión, cuando un Partido Político está pensando en “coaliciones” lo único que deja ver es su debilidad partidista, nos está mostrando que son un Partido que por sí solos son incapaces de presentar una oferta política que el electorado esté dispuesto a apoyar, en suma, nos deja ver la nulidad de sus principios de Partido, sobre todo de aquellos considerados como partidos chicos y que con las coaliciones se han convertido en Partidos satélite de aquellos que se ostentan como los principales del País.

Con las coaliciones, los Partidos pequeños nos están mostrando tres cosas, la primera es que su propia plataforma política no es lo suficientemente sólida para convencer a nadie y se ve que ni a ellos mismos; la segunda, que en las coaliciones lo que importa es el poder y no los principios de Partido; y tercero, que estamos sosteniendo con el presupuesto a Partidos grises que no aportan nada positivo para la democracia mexicana.

Por lo tanto, se me ocurre sugerir que, ya que hay Partidos Políticos que se aman tanto y siempre van en coalición con otro, por qué no mejor optan por la figura de la fusión y de esa manera vivirían juntos hasta que la ambición los separe.

Pero esto que presento como panorama ideal en la práctica difícilmente lo podremos ver, ya que, al hacerlo de esa forma, muchos dirigentes se quedarían sin el hueso y las prerrogativas y privilegios que ello representa, lo cual hace de la teoría una práctica imposible de aplicar, sobre todo cuando existen intereses de por medio.

La poca credibilidad en los Partidos Políticos por parte del ciudadano y las formas que utilizan para seleccionar a sus candidatos y a las famosas coaliciones, es precisamente lo que ha llevado al elector a fijar su vista en todo aquello que no huela a política, por eso es que siempre los resultados electorales se van de lo sublime a lo ridículo.

Los Partidos Políticos, se han convertido en profesionales electorales “atrapa todo”; aves de paso hacia los procesos electorales, incluso, de algunos de ellos no sabíamos nada hasta que sonaron la campana de arranque en la presente contienda; por ello las coaliciones, para estos últimos, son una bocanada de aire para conservar su registro.

Las palabras se las lleva el viento, pero mi pensamiento escrito está.

Related posts