
Sobrevivientes del holocausto
Las cintas nacionales que hablan de la migración judía en México normalmente son elogios a la política de asilo mexicana como Recuerdos de Marcela Arteaga.
Murmullos del silencio, un documental de Aaron y Esther Cohen, que se estrenará próximamente en la Cineteca Nacional, es una excepción.
El guión de Marina Stavenhagen explica que, a diferencia de los refugiados españoles que fueron recibidos con los brazos abiertos, como lo muestra Los niños de Morelia de Juan Pablo Villaseñor, la migración judía no era muy bien vista y solamente se permitió ingresar a aquellos que ya tenían parientes en México.
El director de Paraíso en Auswitz entrevista a muchos de los hijos de los sobrevivientes del holocausto, que señalan que una parte de sus padres murió en los campos de concentración, y que toda su vida vivieron con el temor de que el horror nazi los alcanzara.
Tal vez por ello no hablaban a sus hijos de las experiencias que sufrieron.
Algunos de ellos ya ni siquiera podían sonreír y ocultaban su origen.
Shanik Berman, la famosa conductora, confiesa que su padre se hubiera muerto, si hubiese escuchado cuando su jefe dijo por radio que “ella era judía”.
Cohen trata de variar las entrevistas utilizando el blanco y negro y el color e incluye a una pareja de bailarines, que nunca consiguen integrarse al relato.
Murmullos del silencio es, pues, un interesante documental que revela un aspecto poco conocido de la migración judía en México, pero que a ratos resulta un tanto pesado.