Judas oscareable
Siguen los estrenos de cintas nominadas para el óscar y toca el turno para Judas y el mesías negro de Shaka King, que está nominada para seis estatuillas doradas, incluyendo la de mejor película.
El filme nos recordó la espléndida el Infiltrado del Ku Klux Klan se Spike Lee, aunque en un tono melodramático.
De acuerdo a la historia del propio realizador y Will Berson, el ladrón de autos Bill O’Neal (Lakeith Stanfield) es coptado por el agente del FBI Roy Mitchell (Jesse Plemons) para que le sirva de informante acerca de las actividades de uno de los dirigentes de las Panteras Negras, Fred Hampton (Daniel Kaluuya).
Han sido asesinados Martin Luther King y Malcolm X, y Cléver Eldrige se ha tenido que exiliar en Argelia, pero los disturbios raciales persisten.
Pese a ser una rata, O’Neal no puede evitar quedar fascinado por este mesías de color, cuya lucha sigue teniendo vigencia hasta nuestros días.
La similitud con la traición del Judas cristiano queda de manifiesto cuando el traidor recibe un sobre, que en vez de la consabidas 30 monedas, contiene las llaves de una gasolinera.
Nos enteramos que el judas solamente concedió una entrevista en la que habló de su papel en el caso, y de las conspiraciones del FBI encabezadas por Edgar Hoover (un Martin Sheen irreconocible), y que al igual que el personaje bíblico terminó suicidándose.
Judas and the black messiah resulta pues un filme muy actual, que denuncia el racismo que aún impera en la Unión Americana y que aunque no gane, pone el dedo en la llaga.