Clásico wilderiano
Gracias a la espléndida retrospectiva dedicada al gran director Billy Wilder (1906-2002), tuvimos la oportunidad de ver Fedora, su penúltima cinta y la única que no conocíamos.
Realizada en 1978 se basa en un guión del propio realizador y I.A Diamond que recuerda El ocaso de una vida, otra de sus obras maestras.
El productor independiente Barry Detweller (William Holden) viaja a Corfu para tratar de convencer a la legendaria actriz Fedora (Marthe Keller) para que abandone el retiro en el que vive, para interpretar una nueva versión de Ana Karenina, que le permita evitar la ruina.
Pero se encuentra con que es prácticamente imposible acercarse a la actriz, que vive con la condesa (Hildegarde Kneff), el doctor Vando (José Ferrer), la fiel Mis Balfour (Frances Sterhagen) y el rudo Kritos (Gottfried John).
Todos ellos mantienen prácticamente prisionera a esta especie de Greta Garbo que se mantiene joven gracias a los cuidados del doctor Vando.
Barry, quien tuvo una aventura romántica en su juventud con la actriz trata de ayudarla a escapar.
Durante la segunda parte de la cinta, hay una vuelta de tuerca que sorprenderá a los espectadores.
Además del buen reparto ya mencionado, hay que añadir a Henry Fonda como el presidente de la Academia, que le entrega un óscar a la actriz, y Michael York, interpretándose a él mismo.
Fedora, que en su momento se exhibió en las salas de Gustavo Alatriste, cumplió con creces las expectativas que nos había creado y nos confirmó el genio de este realizador inmortal.
Durante la segunda parte de la cinta, hay una vuelta de tuerca que sorprenderá a los espectadores
FRASE CÉLEBRE
“Sin ilusiones la humanidad moriría de desesperación o de aburrimiento.”